
BBC News
La nieta del otrora presidente de Estados Unidos John F. Kennedy anunció que le han diagnosticado un tipo de cáncer muy agresivo.
Tatiana Schlossberg declaró que le habían pronosticado menos de un año de vida.
Schlossberg, de 35 años y madre de dos hijos, compartió la noticia en una columna publicada en la revista The New Yorker este sábado, cuando se cumple el 62º aniversario del asesinato de su abuelo en Dallas en 1963.
Como periodista especializada en temas climáticos, ha sido una férrea crítica de su pariente Robert F Kennedy Jr por sus posturas como secretario de Salud en el gobierno de Donald Trump.
En su columna, Schlossberg describe la alarma que sintió cuando vio que su primo segundo había sido ratificado en el cargo mientras ella enfrentaba su enfermedad.
Schlossberg es la hija del diseñador Edwin Schlossberg y la diplomática Caroline Kennedy. Es la nieta de John F. Kennedy, el 35º presidente de EE.UU. y su esposa Jacqueline Kennedy Onassis.

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“Le he añadido una nueva tragedia a su vida”
Según cuenta Schlossberg en un ensayo titulado “Una batalla con mi sangre”, fue diagnosticada de leucemia mieloide aguda después de dar a luz en mayo de 2024.
También habla de su estilo de vida saludable, que incluía correr, esquiar e incluso una vez nadar en el río Hudson de Nueva York, algo que hizo “para recaudar fondos para la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y Linfoma” antes de conocer su enfermedad.
A pesar del tratamiento, que incluyó un trasplante de médula ósea y quimioterapia, explicó que los médicos le dijeron que sus perspectivas no se son buenas.
“Durante mi más reciente prueba clínica, mi doctor me dijo que podría mantenerme con vida por un año, tal vez”, escribe.
“Mi primer pensamiento fue que mis hijos, cuyos rostros viven permanentemente dentro de mis párpados, no me recordarían”.
El hijo de Schlossberg nació en 2022 y su hija en 2024.
Schlossberg, cuyo tío John F. Kennedy Jr. murió en un accidente de avioneta a la edad de 38 años y cuya abuela Jacqueline murió de cáncer cuando ella era una niña, también describe el dolor que teme que su muerte le cause a su madre, que con anterioridad fue embajadora de EE.UU. en Australia y Japón.
Durante toda mi vida he tratado de ser buena, una buena estudiante y una buena hermana y una buena hija, y de proteger a mi madre y nunca hacerla sentir mal o enfadarla”, relata.
“Ahora le he añadido una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no hay nada que pueda hacer para impedirlo”.
También se refirió a su malestar al ver cómo su primo segundo, conocido como RFK Jr. -cuyo padre Robert F. Kennedy también fue asesinado durante una campaña presidencial- se convertía en secretario de Salud de Trump.

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“Vi desde mi cama en el hospital cómo Bobby, contrario a la lógica y al sentido común, era ratificado en el cargo, a pesar de nunca haber trabajado en medicina, salud pública o en el gobierno”, resalta.
“De repente, el sistema sanitario del que yo dependía me pareció frágil, inestable”.
A comienzos de este mes, su hermano, Jack Schlossberg, anunció que tiene previsto presentarse al Congreso en representación del estado de Nueva York.
El sábado compartió el artículo de su hermana con la frase: “La vida es corta -dale con todo”.
La participación de la familia Kennedy en la política de EE.UU. a lo largo de generaciones, -junto con las tragedias personales que a menudo han afectado a sus miembros-, le ha valido una destacada reputación entre la conciencia colectiva estadounidense.