Por José Ricardo Taveras Blanco
CRDmedia
Los sucesores de los cinco jueces del Tribunal Constitucional que llegan a su término, especialmente el sucesor de Milton Ray Guevara, es una de las decisiones más complejas que le corresponderá tomar al Estado dominicano, especialmente al presidente Luis Abinader por el peso que implican sus elevadas funciones y el liderazgo que ejerce en el Consejo Nacional de la Magistratura, elegir figuras mediáticamente relumbrantes en unos casos, corporativa o políticamente vinculadas en otros, ha sido el signo de algunas designaciones en las últimas administraciones y ese es un craso error.
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En su momento, el propio Dr. Ray Guevara fue electo presidente del Tribunal Constitucional en un gobierno que no era políticamente suyo a pesar de ser un cuadro históricamente vinculado al entonces PRD hoy reciclado en PRM, sin embargo, nadie pudo ni puede negarle carta de ciudadanía responsable, profundidad y autoridad académica e histórica como para no prever que haría la excelente labor que hoy todos le reconocemos.
Comprendo y acepto que el presidente no elija un enemigo, pero debe comprender que no tiene que ser un canchanchan o un blof carente de identidad y lealtad, tanto a él como a la que finalmente se le debe, a La Nación.
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