Abandonó el MIT para convertir en uno de los menores de 30 años más adinerados del mundo.
Por Guy Acurero
¿El mundo necesita otro Elon Musk? No lo sabemos. Lo que sí tiene este planeta es a un joven de 25 años, multimillonario, llamado Alexandr Wang, otro nombre de Sillicon Valley con un patrimonio que supera los 1.000 millones de dólares y que revolucionó la startup que dirige.
Wang es la mente maestra detrás del crecimiento de Scale AI. Hijo de inmigrantes chinos dedicados a la física y criado en la base militar del estado de Nuevo México que concibió la primera bomba atómica, este joven empresario ha conseguido que algunas de las mayores compañías del mundo confíen el futuro de su inteligencia artificial en su empresa.
El sitio web de Yahoo recopiló declaraciones que hizo este joven magante a Forbes a finales de mayo, una publicación que catalogó a Alexandr Wang como el nuevo “milmillonario”.
“Les dije a mis padres que esto iba a ser algo que solo haría durante el verano. Obviamente, nunca más volví a la escuela”, confesó Wang, que abandonó sus estudios para revolucionar la industria de la inteligencia artificial.
El rol de Wang en Scale AI
Alexandr Wang es el cofundador y actual consejero delegado de Scale Al, la startup que creó en 2016 con apenas 19 años.
La compañía de San Francisco, California, ha irrumpido con fuerza en la industria tecnológica por sus avances en el etiquetado masivo de datos, convirtiéndose así en el proveedor de decenas de empresas que consiguen mejorar los sistemas de inteligencia artificial gracias a la optimización ofrecida por sus herramientas.
Parte de lo que hace Scale se resumen en las transcripciones de audios, reconocimiento de imágenes, recopilado de documentos, entre otras funciones. El software desarrollado por Wang ha convertido una suma de números, datos e imágenes en respuestas esclarecedoras para corporaciones de todos los sectores.
Y no son empresa pequeñas las que han confiado en Scale AI: Uber, Airbnb, Toyota, Paypal o General Motors encabezan el listado de clientes de la emprsa de Wang. Hasta el ejército estadounidense se ha servido de su tecnología de análisis para determinar el daño causado por las bombas rusas en territorio ucranio durante los meses de la guerra.
Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos firmó contratos con la startup de inteligencia artificial por 350 millones de dólares y dentro de su junta directiva hay exhombres de Amazon, por ejemplo, y hasta el exdirector de tecnología de ese país durante el mandado de Donald Trump, Michael Kratsios.
¿Cómo se le ocurrió Scale AI a Wang?
Decir que Alexandr Wang dejó los estudios para hacerse rico no es una locura y no dejó una escuelita precisamente. El chico estudiaba nada más y nada menos que en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
Allí, a Wang se le ocurrió crear Scale AI. Estaba convencido de que uno de sus compañeros de piso le robaba la comida, por lo que decidió instalar una cámara dentro de la heladera para descubrirlo.
Nunca pudo poner en evidencia al ladrón de comida, pero ese problema que tuvo en la universidad lo llevó a creer en el desarrollo de la inteligencia artificial y la creación de una empresa que sacara todo el potencial de los datos almacenados. Ese mismo verano fundó Scale AI.
Recién la fundó, Y Combinator, madre de Dropbox, Twitch o Airbnb, invirtió en su proyecto y solo pasaron dos años para que su nombre apareciera en la lista de los jóvenes menores de 30 años más ricos del mundo.
Por cierto: es un gran amante de la fotografía, y en su feed de Instagram tiene imágenes espectaculares como esta:
“Mis padres lograron con su trabajo tener un impacto significativo en nuestra forma de entender el mundo. Por eso decidí convertirme en programador, para marcar yo también la diferencia en el planeta”, reflexionó Alexandr Wang, proclamado como el nuevo Elon Musk.