Así describe Doña Lidia el Circulo intergeneracional de Pobreza

Por Redacción
Ciudadania RD Media

La falta de oportunidades impide el desarrollo de las comunidades rurales.

Antonia De Los Santos, mejor conocida en su comunidad como Doña Lidia, vive a unas tres horas de la ciudad de Santo Domingo, y a una hora de la provincia de Azua, en el Distrito Municipal de Las Lagunas. Es la secretaria general de la Junta La Nueva Luchadora y secretaria general de la Asociación La Altagracia, y no escatima esfuerzo para alzar su voz cuando entiende que esto puede contribuir a lograr mayores oportunidades para el desarrollo de su comunidad.

Doña Lidia narra con mucha propiedad su situación de pobreza por la falta de oportunidades y las múltiples privaciones que la entrampan en el circulo de la pobreza:

Mis hijos e hijas son bachilleres, pero no tenemos ni pasaje para enviarlo a la universidad, entonces se tienen que quedar aquí echando días en conucos, y no superarse como nos hubiese gustado. Tenemos centro de atención primaria sin médicos, si nos enfermamos tenemos que a padre Las Casas o Azua, según sea el caso. Tenemos un liceo en construcción que está detenido hacia más de seis meses, en una casa viven hasta tres familias

Al hablar de circulo intergeneracional de la pobreza, no resfriemos a las dificultades que enfrenta una familia para superar la pobreza, perpetuándola de generación en generación, es decir los padres y las madres que, por situación educativa, de escaso acceso a las condiciones materiales, bajos niveles de ingresos, no pudieron prepararse para cambiar su situación socioeconómica y por tanto su calidad de vida. Cuando esta situación se repite en los hijos e hijas y en los hijos de los hijos e hijas, es a lo que llamamos circulo intergeneracional de la pobreza.

La ONU ha definido a la pobreza como la condición caracterizada por una privación severa de necesidades humanas básicas, incluyendo alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información. Doña Lidia no tuvo que ir a la universidad para entender su situación de privación, y expresar su frustración por intentar escapar de la pobreza, y su fracaso ante tales esfuerzos.

Esta situación los entrampas en un circulo del que no pueden salir, a menos que hayan políticas públicas capaz de impulsar el desarrollo como libertad, que de acuerdo a Amartya Sen, las falta de oportunidades económicas y la pobreza son obstáculos para expandir la libertades humanas, es por esto que al escuchar a Lidia, deja un sabor de impotencia, y al mismo tiempo llama a la reflexión del rol que juega el Estado, en lograr la implementación de políticas publicas inclusivas y con real imparto en el desarrollo de las comunidades. Evitando caer en la simpleza de echar la culpa de la falta de educación y conciencia de la ciudadanía, pues como podrán escuchar a Lidia, conciencia hay, lo que falta es recursos para caminar hacia adelante.

Sin dudas para los pobres rurales, salir de pobreza tiene un costo muy alto y no se genera ingreso suficiente para emprender, por tanto, urge una política de desarrollo rural señor presidente, sobre todo para esos ciudadanos que tienen el doble compromiso de desarrollarse y preservar los recursos naturales, para garantizar el agua a los que viven aguas abajo de las cuencas hidrográficas.

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Author: Redacción

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