“Compartimos la creciente preocupación por la intensificación de los ataques aéreos rusos contra la infraestructura civil de Ucrania. Acordamos la necesidad de mejorar nuestro apoyo militar a Ucrania, incluso con misiles antiaéreos y de largo alcance”, anunció Borrell en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
“También discutimos formas de reforzar las medidas de elusión de las sanciones, ya que las exportaciones europeas a terceros países, que han aumentado significativamente, podrían reexportarse a Rusia”, agregó el jefe de la diplomacia europea.
El llamamiento de Sikorski se produjo cuatro días después del mortífero bombardeo que Kiev perpetró contra la ciudad rusa de Bélgorod, dejando 25 civiles muertos, incluidos niños, y más de 100 heridos.
Por su parte, el portavoz de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Peter Stano, al ser preguntado si el bloque comunitario apoya los ataques selectivos de Kiev contra objetivos civiles con lanzacohetes múltiples y municiones de racimo producidas en sus países miembros, afirmó que Ucrania tiene “un derecho legítimo a la defensa”.
“¿No les bastaba lo que ya ha volado desde el territorio de Ucrania?”
Al respecto, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, aseveró que el suministro de dichas armas a Kiev podría dirigirse contra la propia Polonia. “¿Estos misiles, según Sikorski, deberían tener un radio de acción que les permita alcanzar las fronteras de Polonia? ¿No les bastaba lo que ya ha volado desde el territorio de Ucrania?”, preguntó Zajárova en su canal de Telegram.
En el mismo contexto, la funcionaria sugirió que Sikorski podría haber expuesto la idea de EE.UU. por no tener suyas. “Pero no en la misma medida como para actuar contra el propio país. Aunque la gran duda es qué país considera suyo“, agregó.
Sin embargo, desde el Gobierno de Alemania afirmaron que Berlín aún no está dispuesto a proporcionar a Ucrania misiles de crucero aire-tierra Taurus, con un alcance de 500 kilómetros.