Por Jesús Batista Suriel
CRDmedia
Lic. Jesus Batista Suriel. Diputado electo del Parlacen por la FNP.
Estimados Ministros Roberto Ángel Salcedo, del Ministerio de Cultura, y Luis Miguel de Camps, del Ministerio de Educación:
En un contexto global donde la identidad cultural de las naciones enfrenta desafíos sin precedentes, es imperativo asumir un papel proactivo en la preservación y promoción de nuestra esencia como dominicanos. La influencia externa, si bien ha traído consigo ciertos beneficios, también ha amenazado con diluir los valores y la historia que nos definen. En este sentido, resulta necesario un esfuerzo coordinado entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura para revertir esta tendencia y fortalecer el orgullo nacional.
Señor Ministro Luis Miguel de Camps, desde su posición al frente del Ministerio de Educación, es crucial impulsar una revisión exhaustiva de los textos educativos, muchos de los cuales han sido influenciados por el financiamiento de la USAID. Estos textos, en ocasiones, no reflejan de manera íntegra nuestra historia y valores. Necesitamos un currículo que celebre nuestra gloriosa historia de independencia y que fomente el pensamiento crítico en nuestros jóvenes, permitiéndoles comprender y apreciar profundamente la riqueza de nuestro legado cultural.
Además, la República Dominicana es el único país del mundo con una Biblia en su bandera, un símbolo que no debe perderse en nuestra formación académica. La lectura de la Biblia en las escuelas debe regresar, siempre desde una perspectiva que respete la diversidad de creencias y promueva los valores que han sido parte esencial de nuestra tradición.
Señor Ministro Roberto Ángel Salcedo, en el Ministerio de Cultura, su labor es igualmente fundamental. La cultura es el pilar sobre el cual se sustenta nuestra identidad. Promover las manifestaciones culturales autóctonas, apoyar a nuestros artistas y fomentar el patriotismo deben ser tareas prioritarias. Asimismo, es esencial erradicar las agendas que promuevan antivalores ajenos a nuestra esencia y cultura. Se requiere un enfoque inclusivo que no solo enaltezca lo que somos, sino que también proyecte al mundo el orgullo de ser dominicanos.
Ambos ministerios deben trabajar de manera conjunta para garantizar que la educación y la cultura se conviertan en herramientas clave para construir una sociedad más consciente de su identidad y más orgullosa de su herencia. Este esfuerzo interinstitucional no solo fortalecerá el sentido de pertenencia de nuestros ciudadanos, sino que también nos posicionará como una nación fuerte y unida en el escenario internacional.
La historia nos ha situado en un momento crucial para adoptar el ideario de Duarte como un marco ético nacional en la República Dominicana. En una época en la que enfrentamos una pérdida gradual de nuestra identidad, es fundamental que todos los dominicanos, sin importar su clase social, política o económica, nos comprometamos a recuperar y aplicar los principios duartianos en nuestras prácticas educativas y culturales.
Cada uno de nosotros—funcionarios públicos, profesionales, educadores, dirigentes sociales, juntas de vecinos y líderes políticos—tiene la responsabilidad patriótica de promover estos valores. Solo así podremos fortalecer los cimientos de nuestra nación. Hagamos un llamado a la unidad y al esfuerzo colectivo para implementar el pensamiento de Duarte, de manera que inspiremos a las futuras generaciones a abrazar y valorar su identidad dominicana.
Atentamente,
Jesús Batista Suriel
Diputado Parlacen – F.N.P.
Hermano Jesús excelente sugerencia, sin desperdicio quiera Dios que ellos tomen en cuenta su aporte ,lo que le seria a los dos ministros de gran apoyo frente a la población domininacana,pues somos más lo que estamos de acuerdo con esa posición que lo que estan en contra,además el rescate vial debe incluirse como materia educativa, mi sincera felicitación y a delante que así se avanza fortaleciendo la Nación con los temas fundamentales que la hacen grande