Bogotá (EFE).- El cese al fuego es apuntado como la pieza clave del Gobierno colombiano para continuar negociando la paz con la guerrilla del ELN, cuya voluntad de diálogo quedó en entredicho esta semana luego del ataque que dejó nueve militares muertos en la convulsa región del Catatumbo (noreste).
Las negociaciones están en crisis, según el Gobierno, que reclama a la guerrilla aclarar si está utilizando los diálogos de paz para fortalecerse o si tiene una verdadera voluntad de poner fin al conflicto armado.
Es por ello que tanto el jefe del equipo negociador, Otty Patiño, como el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, o el ministro del Interior, Alfonso Prada, recalcaron este viernes la necesidad de concretar lo más pronto posible un cese al fuego con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que justificó el ataque alegando que esa medida no está vigente.
“La apuesta es pactar un cese y un desescalamiento. No es posible seguir construyendo escenarios de paz en medio de la fuerza. La fuerza lo que demuestra, en alguna forma, es debilidad”, dijo Rueda en una entrevista con la emisora institucional Colombia Hoy Radio.
Patiño, entre tanto, ha señalado toda la semana la necesidad de crear confianza y dijo que el equipo negociador plantea al presidente colombiano, Gustavo Petro, la urgencia de pactar el cese al fuego.
El Gobierno cuestiona al ELN
Hay una “gran interpelación” sobre si “el ELN está usando las conversaciones para fortalecerse en sus territorios, como organización, o si por el contrario su estadía en la mesa significa una real vocación de paz”, señaló Patiño tras una reunión esta noche con Petro, el equipo negociador y representantes de la comunidad internacional para evaluar el futuro de los diálogos.
Sin embargo, el Gobierno no pretende levantarse de la mesa de negociación que ya lleva dos rondas, una en Caracas y otra en Ciudad de México, y la tercera se instalará después de Semana Santa en La Habana.
En el ataque con explosivos y disparos de fusil en Guamalito, un corregimiento del municipio de El Carmen en el departamento de Norte de Santander, murieron dos suboficiales y siete soldados que prestaban su servicio militar, y resultaron heridos otros nueve militares.
El ELN ha justificado el ataque afirmando que “tiene derecho” a atacar a las fuerzas de seguridad del Estado porque en las negociaciones de paz no se ha pactado un cese el fuego bilateral.
Sin embargo, el comisionado Rueda señaló que la guerrilla debe responder a las comunidades que dice defender y dijo que el ELN tiene que actuar “en consecuencia con sus propósitos e ideales políticos”.
“Nada justifica con cese o sin cese (al fuego) este tipo de situaciones que generan desesperanza en la sociedad colombiana, pero que en particular afectan a los pobladores de todos estos territorios que están hastiados de la violencia”, expresó.
Asumir las consecuencias
El ministro Prada, que es el portavoz del Gobierno, mandó hoy un mensaje a la guerrilla y le dijo que si sigue retando al pueblo colombiano el Gobierno responderá, como lo hizo con el Clan del Golfo durante el paro minero que paralizó este mes la región del Bajo Cauca (noroeste).
“Por las buenas caminamos muy bien, pero si lo que hacen es retar al pueblo colombiano estamos listos para proceder como el presidente ya ha ordenado con otros actores”, dijo Prada.
El alto funcionario señaló que hay que tomar decisiones y puso como posibilidades que, por ejemplo, se siga “en la mesa exigiendo el cumplimiento del cese bilateral al fuego con la adopción inmediata de protocolos”.
“Otra medida es simplemente levantarse de la mesa y entender que no podemos negociar bajo los atentados criminales a nuestra fuerza pública o a cualquier colombiano o colombiana en territorio. Cualquier posibilidad está sobre la mesa”, explicó.
En esa misma línea, Rueda aseguró que “es innecesario el uso de la fuerza”.
“El derramamiento de sangre de soldados, policías, campesinos, afros o indígenas o de cualquier habitante es inútil. Esa es una posición ética”, añadió el alto comisionado para la paz.
Velatón por los militares asesinados
Por otra parte, grupos de militares y civiles encendieron este viernes velas para rendir un homenaje a los nueve militares asesinados en Norte de Santander.
La velatón tuvo lugar en guarniciones militares de Bogotá, Medellín, Cúcuta, Ibagué, Popayán, Villavicencio, Valledupar y Florencia.
En estos homenajes, los soldados mostraron las fotografías de sus compañeros asesinados, encendieron velas y llevaron flores para recordarlos.