Por Jeffrey Medina Rivas
Ciudadanía RD Media

En la mayoría de las empresas, formar una brigada de emergencia suele ser fácil. Lo complejo es mantenerla motivada, activa y preparada. Aunque muchas organizaciones entienden que la motivación pasa por entregar bonos, pagos extras o compensaciones económicas, la realidad es otra: las brigadas bien gestionadas no se mueven por dinero, se mueven por propósito.
En un país donde el Reglamento 522-06 exige contar con equipos capacitados para responder ante incendios, evacuaciones y primeros auxilios, la motivación se convierte en un pilar fundamental. Una brigada desmotivada es un riesgo; una brigada comprometida es un activo estratégico de la empresa.
A continuación, te comparto estrategias reales, prácticas y probadas, que sí funcionan para mantener a tu equipo de emergencia activo sin necesidad de incentivos económicos.
- Conviértelos en protagonistas, no en relleno
Nada desmotiva más que crear una brigada “para cumplir”, sin reconocerla o involucrarla en los procesos. Los brigadistas necesitan sentir que su rol importa.
Acciones eficaces:
- Menciónalos en comunicaciones internas y boletines.
- Haz que participen en la planificación de simulacros.
- Invítalos a reuniones clave de Seguridad y Salud en el Trabajo.
- Dale visibilidad pública a sus logros.
La motivación aumenta cuando el brigadista siente que su aporte tiene impacto real en la empresa.
- Entrenamiento constante y de calidad (su verdadero “incentivo”)
Algo que siempre repito en formaciones:
Una brigada entrenada es una brigada motivada.
No se trata solo de capacitaciones obligatorias. Se trata de entrenamientos que ellos sientan útiles para su vida:
- Primeros auxilios avanzados
- Control inicial de incendios
- Técnicas de evacuación
- Manejo de extintores en campo
- Comunicación efectiva en emergencias
La formación los hace sentir más capaces, más seguros… y más valorados.
- Hazlos parte de un propósito mayor
La mayoría de las personas quiere sentir que pertenece a algo que trasciende.
Refuerza estos mensajes:
- “Ustedes son la primera línea que protege la vida.”
- “Gracias a su trabajo prevenimos tragedias.”
- “Son un equipo de impacto, no un grupo de apoyo.”
Cuando entienden que su rol puede salvar vidas, las suyas, las de sus compañeros y sus familias, el compromiso aumenta de forma natural y exponencial.
- Dale espacio a la camaradería
Una brigada no se sostiene si no existe cohesión.
Ideas prácticas:
- Reuniones informales post-capacitación.
- Actividades internas bajo un enfoque de equipo: retos, ejercicios prácticos, dinámicas de confianza.
- Reconocimientos simbólicos: brazaletes, pines, certificados, cascos o camisas.
La sensación de ser un equipo especial es un motivador poderoso.
- Reconocimiento honesto y frecuente
No hablamos de reconocimiento económico, sino de reconocimiento emocional y organizacional:
- Cartas de agradecimiento firmadas por la gerencia.
- Publicar sus nombres después de un simulacro exitoso.
- Destacar a brigadistas que demuestren liderazgo.
- Crear un “Brigadista del mes, cuatrimestre, semestre o año”.
El reconocimiento es un combustible emocional de alto impacto.
- Involúcralos en decisiones reales
Si la brigada solo recibe órdenes, se desmotiva. Si participa, opina y co-construye, se fortalece.
Permite que colaboren en:
- Actualización del plan de emergencias.
- Evaluación de riesgos.
- Diseño de rutas de evacuación y puntos de encuentro.
- Retroalimentación tras incidentes.
Esto genera sentido de propiedad:
“No es el plan de la empresa, es nuestro plan.”
- Aprovecha su rol para desarrollar liderazgo
Una brigada es una cantera de líderes naturales: supervisores, mandos medios, colaboradores con iniciativa.
Úsalo a tu favor:
- Asigna responsabilidades escalonadas.
- Permite que dirijan prácticas o micro capacitaciones.
- Colócalos como responsables de equipos o sectores.
Cuando un brigadista siente que crece profesionalmente, no necesita incentivos económicos.
- Que la alta dirección se involucre (de verdad)
Este es el punto más importante.
Si la gerencia:
- No los respalda,
- No los menciona,
- No participa en simulacros,
- o no acude a ninguna actividad,
entonces el mensaje es claro: no son importantes.
Una breve participación del gerente general en una capacitación puede valer más que cualquier incentivo económico.
La brigada necesita ver que su trabajo es respaldado desde arriba.
- Crea rituales de equipo
Los rituales fortalecen la identidad.
Ejemplos:
- Juramento de brigadista.
- Reunión bimensual de “lecciones aprendidas”.
- Foto oficial anual como brigada corporativa.
- Compartir simbólico al cierre del año.
Pequeñas acciones que generan pertenencia duradera.
- Explícales el “por qué”, no solo el “qué”
Muchos brigadistas pierden el ánimo porque solo reciben órdenes:
“Ven a la capacitación.”
“Ponte aquí.”
“Participa en el simulacro.”
En cambio, cuando explicas el por qué…
- “Tu rol evita el caos en un incendio.”
- “La evacuación depende de tu liderazgo.”
- “Eres la referencia para tu área.”
…la motivación se transforma en compromiso.
Motivar a una brigada de emergencia es un ejercicio de liderazgo, comunicación y cultura preventiva.
Y, como lo establecen tanto el Reglamento 522-06 como las mejores prácticas internacionales (NFPA, ISO 45001), la gestión de emergencias es un compromiso organizacional, no una obligación operativa.
Una empresa que logra mantener su brigada activa, orgullosa y comprometida no solo cumple la ley: protege la vida y fortalece su resiliencia organizacional.
Porque una brigada motivada no es un grupo más: es una red silenciosa de protección que puede marcar la diferencia entre un incidente controlado… y una tragedia.
