Santo Domingo, RD.–A las 12:44 de la madrugada del 8 de abril, el sistema de emergencias 9-1-1 registró un evento. Sus teléfonos presagiaban el desastre con la recepción de más de 100 llamadas.
La tragedia cumple dos meses. Desde entonces, la palabra duelo puede escribirse en muchas formas: angustia, desesperanza, tristeza, orfandad, demandas…
Los sentimientos derivados de la madrugada del 8 de abril en la fiesta tradicional de los lunes en Santo Domingo.
El baile en Jet Set que se convirtió en el adiós de 236 personas, vidas, sueños. Otras 186 con heridas que “no cerraran”.
Una llamada
A las 12:44, el sistema de emergencias 9-1-1 registró un evento. Sus teléfonos presagiaban el desastre con la recepción de más de 100 llamadas.
Las alertas alcanzaron el teléfono del presidente Luis Abinader cuando Nelsy Cruz, la gobernadora de Montecristi, marcó a su número estando debajo de los escombros.
Segundos antes cantaba con alegría a la vida y el amor, en tonalidades de Rubby Pérez con la interpretación de “Color de Rosas”.
Quien clamó a la atención, sucumbió horas después de trasladada a un centro de salud. En tanto que Rubby, que amenizaba la fiesta, murió en el acto tras quedar atrapado.
Boletines de la desesperanza
Las autoridades instalaron diversas carpas en las afueras del club nocturno, que fungían para centros de comando, traslado de cuerpos, de información a familiares y comedores improvisados.
En ellas se elaboraban los boletines de la desesperanza. El primero no estuvo ni cerca de retratar la magnitud de lo que se enfrentaba, bajo informe inicial de 13 decesos.
El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, se convirtió en la cara de las malas noticias.
La “tragedia del siglo” se consumó en menos de 24 horas, de una zona cero en que nadie tuvo vida luego de la tarde del martes.
Fueron 225 cuerpos los recuperados en el interior de la discoteca, la mayoría con una muerte instantánea, pues les encontraron en posición de sentados.
El reto de los forenses
De ahí, los médicos forenses lidiaron con uno de los mayores retos posterior a siniestros documentados en la historia dominicana.
El personal de Patología Forense pasó de practicar menos de cinco autopsias en promedio diario a cientos en un chasquido.
No trataron de inmediato con los 15 movilizados en ambulancias, bajo probabilidades que le indilgaron una calificación cruel: pronóstico reservado.
Una labor titánica que evidenció falencias, por tanto, el anuncio del presidente Luis Abinader evaluando posibles mejoras para fortalecer las condiciones de los organismos forenses.
Así lo dijo en mayo, en un acto de reconocimiento a la labor de 71 médicos que participaron en la identificación de víctimas.
Los sueños rotos
Fue la madrugada del último suspiro de la pareja de recién casados, Eduardo Guarionex Estrella Cruz y Alexandra Grullón.
Lo mismo en la estudiante universitaria de 19 años, Lía Gómez; las hermanas Patricia y Yessica Acosta López; la sexagenaria Viviana de Jesús García de la Rosa.
También de la ironía con la partida del ingeniero Christian Tejeda, director de Infraestructura Urbana de la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN).
En cada nombre: sueños que se esfumaron y un pueblo vacío.
Por ellos, el decreto de duelo nacional desde el 8 al 10 de abril. Luego actualizado, ante una catástrofe “no natural” nunca vista en el país, hasta los días 11, 12 y 13.
La bandera ondeó a media asta. Y todavía sigue el dolor.
Las atenciones
El desplome requirió una atención transversal de ocho hospitales y al menos cuatro centros privados.
Según los reportes de la fecha, a ellos condujeron 189 rescatados, a través de 155 traslados e involucradas 74 ambulancias.
La situación más atenuante recayó en las instituciones de atención a emergencias y desastres, que obligó la mano amiga con bomberos de Puerto Rico, México e Israel.
Esa dificultad quebró a Juan Manuel Méndez, con declaraciones finales que se circunscriben al estado de una bulliciosa ciudad que mutó a silencio sepulcral.
“Pido disculpas porque cada vez que vemos una persona reclamar por su deudo, por pariente, nos llenábamos de impotencia”, dijo.
Las causas desconocidas
Ahora, en una comisión de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones (Onesvie) está la responsabilidad de realizar un estudio técnico que determine las causas de la tragedia.
Buscan la calidad de los materiales y los tipos de elementos que aún perduran. Se concentran en un depósito en la Feria Ganadera, verificando las dimensiones de los escombros y extracción de núcleos.
Igualmente, la confusión porque parte de los pedazos de hormigón fueron llevados —sin explicación lógica— a un solar valdío en la provincia Santiago, a más de 164 kilómetros de distancia de la capital dominicana.
En fecha 26 de mayo, el jefe del Estado informó que los encargados de investigar han trabajado desde el primer día. Les coordina el ingeniero Leonardo Reyes Madera, director de la Onesvie.
Se estimó en un plazo de 3 meses terminar la investigación, mientras que, en unas dos semanas –este próximo lunes 8 de junio–, sostendrían un encuentro en la Procuraduría General de la República donde se revelará el primer reporte preliminar del estudio.
Acciones penales
Los días subsiguientes al siniestro se concentran en las acciones penales presentadas en contra de los propietarios de Jet Set y un creciente llamado a la justicia.
En diversos expedientes se busca penalizar a Antonio Espaillat López, Ana Grecia López, y su razón social Inversiones E y L, S.R.L.
Llegado el 4 de junio, este medio contabilizó 65 acciones legales, dividas en querellas y denuncias, realizadas ante la Fiscalía del Distrito Nacional.
De forma precisa: 22 querellas depositas por vía del departamento de Sistema de Atención al Ciudadano de la Fiscalía, y otros 43 recibimientos de denuncias.
“Lo primero que yo quiero decir es que yo tengo un dolor muy grande y que lamento en el alma todas las pérdidas, nunca hubiera querido que esto pasara jamás, yo desde que esto paso no he tenido vida y yo mismo quiero saber qué paso”, dijo Espaillat López al ser entrevistado por la periodista Edith Febles, en el programa de televisión El Día de Telesistemas, canal 11.
En algunos casos, los dispositivos suelen reclamar la responsabilidad del Estado dominicano y la Alcaldía del Distrito Nacional por el presunto incumplimiento de sus obligaciones legales en materia de seguridad y supervisión de establecimientos.
En cuanto eso pasa, la sociedad busca consuelo.
Luego del desplome, un 27.9% es afectado por trastornos depresivos, según un estudio con muestra de 1,034 personas elaborado por el doctor Zoilo García y mostrado en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Ahí lo difícil. Quizás no exista el consuelo cuando Tony Blanco, el beisbolista que brilló en Japón y muerto en la discoteca, deja en la orfandad a cinco hijos, el más pequeño con meses de nacido.
Un infante que no recordará oír su risa, creciendo sin el padre que le acompañe a la escuela y no tenerle en la foto de graduación.
La única memoria quedará en fotos y vídeos, ese punto de acercamiento cuando no alcance a recrear en vivencias a quien partió del plano terrenal. Como este, muchos casos.
Author: CRDMedia
CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.