Una declaración de la Cancillería de la isla informó que el Ministerio del Interior “detectó y trabaja en la neutralización y desarticulación de una red de tráfico de personas que opera desde Rusia para incorporar a ciudadanos cubanos allí radicados, e incluso algunos procedentes de Cuba”.
“Cuba no forma parte del conflicto bélico en Ucrania”, recalca la Cancillería, que asegura que Cuba “está actuando y actuará de manera enérgica” contra quien “participe en cualquier forma de trata de personas con fines de reclutamiento o mercenarismo para que ciudadanos cubanos hagan uso de las armas contra cualquier país”.
En ese sentido refiere que las autoridades de la isla “han neutralizado intentos de esta naturaleza y se han iniciado procesos penales sobre personas involucradas en estas actividades”. El comunicado no especifica qué personas u organizaciones están detrás de esta red.
El canciller de la isla, Bruno Rodríguez, recalcó que “se actúa con la fuerza de la ley contra esas pretensiones”, en un mensaje en su perfil de la red social X (antes Twitter).
Asimismo sostiene que Cuba tiene una “firme y clara posición histórica en contra del mercenarismo” y desempeña “un papel activo en las Naciones Unidas en repudio de esa práctica”, al tiempo que menciona que ha sido autora de varias de las iniciativas que se aprueban en ese foro.
Además rechaza “categóricamente” y atribuye a “los enemigos de Cuba” informaciones “distorsionadas” que “buscan empañar la imagen del país y presentarlo como cómplice de estas acciones”.
El Gobierno cubano y los medios oficiales han empleado en gran medida la retórica de Moscú al referirse a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, pero en Naciones Unidas han optado en varias ocasiones por la abstención en lugar de apoyar las posiciones del Kremlin.