Declaración histórica contra el cartel de los Soles: su impacto para República Dominicana

 

“El hecho de que República Dominicana se sume a esa visión de Estados Unidos, en lugar de mantener una posición de neutralidad, daña seriamente nuestra imagen internacional y compromete nuestra soberanía”
Experto advierte sobre alto costo para RD tras designación del cartel de los Soles como grupo terrorista

Santo Domingo, RD. – El internacionalista Inocencio García advirtió este miércoles sobre que la reciente designación del cartel de los Soles como organización terrorista por parte de República Dominicana, tiene repercusiones directas para la política exterior y la imagen internacional del país.

“El hecho de que República Dominicana se sume a esa visión de Estados Unidos, en lugar de mantener una posición de neutralidad, daña seriamente nuestra imagen internacional y compromete nuestra soberanía”, sostuvo García en conversación con los medios de comunicación .

El académico recordó que la política exterior del presidente Luis Abinader se ha caracterizado por lo que los teóricos argentinos Roberto Russel y Juan Tokatlian denominan modelo de alineamiento-acoplamiento. “El gobierno del presidente Abinader ha asumido, sin cuestionamientos, los objetivos de la política exterior de Estados Unidos, tanto a nivel regional como mundial, sin recibir recompensa proporcional alguna”, señaló.

Sobre Venezuela, García puso ejemplos concretos que muestran el riesgo de esta estrategia. “Ya se han incautado dos aviones del gobierno venezolano en suelo dominicano. Eso equivale a que un país use a República Dominicana como solar para llevarse bienes de otro Estado. Lógicamente, eso afecta nuestra imagen internacional”, explicó.

El experto advirtió, además, que la historia demuestra el costo de este tipo de sumisión. “No debemos olvidar que la República Dominicana fue intervenida militarmente por Estados Unidos en 1916 y en 1965, cuando se aplastó la revolución constitucionalista que buscaba reponer a Juan Bosch. Repetir el error de alinearnos ciegamente puede traer nuevas consecuencias”, puntualizó.

García llamó a reflexionar sobre una política exterior realista y no dependiente. “Los Estados no tienen amigos, tienen intereses. Nuestra obligación es defender los intereses dominicanos”, concluyó.

Previamente, el experto detalló los cinco modelos sobre la política exterior que han asumido algunos países en la región.

1. Alineamiento-acoplamiento
Este modelo implica que un país asume de manera casi automática los intereses y objetivos de la política exterior de Estados Unidos, ya sea en el plano regional o mundial. En la práctica, significa que la soberanía del país se subordina a las directrices de Washington, muchas veces sin obtener beneficios tangibles a cambio. Según los expertos, se trata de una postura de sumisión diplomática en la que la ganancia política o económica suele ser mínima o inexistente.

En el caso dominicano, este ha sido el modelo adoptado en los últimos años. La gestión del presidente Luis Abinader ha seguido la línea de apoyar decisiones estratégicas de Estados Unidos, incluso en asuntos que no representan un interés inmediato para el país. Esta postura, según García, puede ofrecer estabilidad en las relaciones bilaterales, pero al mismo tiempo debilita la capacidad de República Dominicana para defender sus propios intereses en escenarios multilaterales.

2. Acomodamiento
El modelo de acomodamiento se diferencia del alineamiento en que no supone un apoyo total a Estados Unidos. Bajo este esquema, el país mantiene una relación estrecha y amistosa con Estados Unidos, pero se reserva el derecho de no secundar todas las iniciativas o políticas externas de la potencia norteamericana. Es una postura pragmática que busca el equilibrio entre preservar buenas relaciones y defender espacios de autonomía diplomática.

En la práctica, este modelo permite que un Estado obtenga beneficios de cooperación con Estados Unidos sin sacrificar por completo su soberanía. Gobiernos latinoamericanos que han aplicado este enfoque suelen acompañar a los estadounidenses en ciertos foros internacionales, pero marcan distancia en temas sensibles, especialmente cuando esos intereses chocan con su política interna o con alianzas regionales.

3. Oposición limitada
La oposición limitada representa un nivel intermedio entre la autonomía y la confrontación. Aquí, el país reconoce la importancia de Estados Unidos como potencia hemisférica, pero establece políticas exteriores que priorizan intereses nacionales sin coincidir plenamente con las posiciones estadounidenses. No hay un enfrentamiento abierto, pero sí una clara delimitación de prioridades.

Un ejemplo práctico sería apoyar a Estados Unidos en temas de seguridad regional, pero no necesariamente en cuestiones geopolíticas que involucren sanciones o presiones sobre terceros países. Bajo este modelo, la nación mantiene relaciones diplomáticas fluidas, pero ejerce mayor independencia en foros internacionales, sin arriesgarse a una ruptura total.

4. Resistencia
El modelo de resistencia supone una confrontación más marcada frente a Estados Unidos. Países como Venezuela, Cuba y Nicaragua han adoptado esta línea, defendiendo férreamente su soberanía y rechazando cualquier forma de subordinación a las directrices de Washington. En este esquema, la política exterior se orienta a construir bloques alternativos de poder, como alianzas con Rusia, China o Irán.

Aunque este modelo fortalece la autonomía del país, también trae consigo altos costos en forma de sanciones, bloqueos financieros o aislamiento en organismos internacionales. No obstante, para quienes lo asumen, representa la forma más coherente de afirmar la independencia nacional, aun cuando el precio económico sea elevado.

5. Aislamiento
El aislamiento es el modelo menos frecuente en América Latina. Consiste en que un país se retrae de la arena internacional, evita comprometerse en alianzas amplias y se mantiene al margen de las disputas globales. En este enfoque, el Estado limita su participación en organismos multilaterales y restringe sus relaciones exteriores a un marco mínimo, muchas veces por debilidad institucional o falta de interés político.

Históricamente, este modelo se asocia con países que han optado por el repliegue estratégico, como en ciertos momentos Paraguay. Si bien evita choques directos con grandes potencias, también reduce al mínimo las oportunidades de cooperación y crecimiento económico. Para los expertos, es un modelo poco sostenible en un mundo globalizado, pero que refleja la opción de algunos gobiernos por la autoexclusión.

Posición dominicana contra el cartel de los Soles

El Poder Ejecutivo designó como organización terrorista al grupo armado Cártel de los Soles, por lo que instruyó a los organismos de inteligencia y seguridad del Estado para adoptar las medidas apropiadas, en orden a prevenir las incursiones del grupo antes indicado en el territorio nacional, o en contra de intereses dominicanos en el exterior.

El carte de los Soles está liderado por Nicolás Maduro, según Estados Unidos.
La designación está contenida en el Decreto 500-25 de fecha 2 de septiembre del presente año. 

La decisión obedece a que la Constitución dominicana establece como objetivo de alta prioridad el combate de lasactividades criminales transnacionales que pongan en peligro los intereses del país, así como la paz, estabilidad y seguridad tanto nacional como regional.

En el mismo documento se instruye al Ministerio de Relaciones Exteriores para comunicar el contenido del referido decreto a los organismos internacionales competentes y a los socios estratégicos de República Dominicana.

¿Quiénes conforman el supuesto cartel de los Soles?

Para empezar, no es un cartel al uso, pese a que lo llame así la justicia de Estados Unidos y sea el término más usado, según una publicación de BBC Mundo.

«No es un cartel, es un grupo de círculos o redes dentro del régimen chavista que facilitan, protegen o participan en el narcotráfico«, le dice a BBC Mundo Jeremy McDermott, codirector y cofundador de Insight Crime, un centro de investigación sobre crimen organizado en América Latina y el Caribe.

«La diferencia en Venezuela comparado con México y Colombia es que dentro de Venezuela un buen porcentaje del negocio está manejado por dentro del Estado», agrega McDermott, que dice que la etiqueta sirve para describir «elementos corruptos» dentro del Estado.

 

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Author: CRDMedia

CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.

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