Por Billy Graham Castillo
CRDmedia
El Art. 7 de la Constitución establece: La República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos. Antes, el artículo 2 indica que la soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes.
¿Qué o a quiénes representan los que el pueblo elige? ¿Qué tan demócratas son los actores en un sistema democrático? ¿Importa mucho la democracia?
Al ser una democracia representativa, los dominicanos eligen a quienes entienden le representan. Los que se sienten inseguros eligieron quienes le proponían seguridad a través del plan Giuliani para que los representen y sentirse seguros. Los que aborrecen el uso de recursos del estado para promover candidaturas votaron por los que decían hacer las cosas diferentes. Los que entendía que tendrían una reforma migratoria como se propuso en campaña les votaron porque finalmente serian representados por gente con objetivo común. Los que entendieron que los bosques, las áreas protegidas, y todo el tema medio ambiental tendría un antes y un después les apoyaron con altas expectativas.
El colectivo LGTB entendiendo que se le garantizarían derechos dijeron hay que elegirlos porque finalmente tendremos una voz. Los que defienden las tres causales y el derecho a elegir sobre su cuerpo votaron entendiendo que serían representados y que sus demandas estarían en el código penal. Los que anhelan una cámara de cuenta responsable, ética eligieron a quienes se lo habían prometido. Los que desean una transformación en la seguridad social, los que necesitan medicamentos de alto costo. Así un sinnúmero de personas eligió entendiendo que era lo mejor. A todos ellos se le ha fallado.
La democracia como instrumento de dar poder al pueblo a través de sus representantes está permeada de gente que distan de ser demócratas. La larga lista de grupos que transfieren su poder a unos representantes ha perdido su voz porque solo eran afines durante el enamoramiento para que les favorezcan con el voto. Lo peligroso de que personas que no creen en la democracia, puesto que no actúan de acuerdo a ella, es lo que reflejó la encuesta Gallup de Abril 2023: ¨37% de los consultados estuvo de acuerdo con que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, 8% que, bajo algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible en vez de un gobierno democrático, 48 % dice que no le importa el tipo de gobierno¨. (Gallup, 2023)
Tener un sistema ¨democrático¨ pero sin demócratas, como las acciones indican, es peligroso porque lleva a que los pueblos no le importen el tipo de gobierno, democrático, autoritario porque no existe conexión entre los representantes y los representados. Para eliminar el latente peligro de perder la democracia que tanta sangre ha costado, es necesarios que verdaderos demócratas estén en la oferta política de los partidos. Personas que al obtener el cargo por el que se postulan sean coherentes con la idea por la cual el elector se sintió representando y le eligió.