
Atenas (EFE). – La posibilidad de encontrar supervivientes del naufragio este miércoles en el Mar Jónico de un pesquero con cientos de migrantes a bordo está disminuyendo.
Un portavoz de la Guardia Costera ha reconocido, en declaraciones a EFE que “las cosas están difíciles. A medida que pasa el tiempo disminuyen las posibilidades”.
Las operaciones de búsqueda y rescate continuaron toda la noche sin dar ningún resultado, por lo que el balance oficial sigue siendo de 79 muertos y 104 rescatados con vida, todos varones mayores de edad, procedentes de Pakistán, Egipto, Siria y Palestina.
Según algunos medios locales, entre 500 y 700 inmigrantes viajaban a bordo de la embarcación de 30 metros de eslora, por lo que se teme que cientos de personas sigan desaparecidas.
Nueve barcos, entre ellos una fragata de la Armada griega, y un helicóptero continúan las labores de búsqueda en la zona.

Mujeres y niños en las bodegas del barco
La embarcación había partido con destino a Italia desde el este de Libia y naufragó tras volcar la madrugada del miércoles al suroeste de la península del Peloponeso.
Se teme que cientos de personas que se encontraban en las bodegas del pesquero se hundieron con el barco, en una de las zonas marítimas más profundas del Mediterráneo.
Según testimonios de los supervivientes recogidos por los medios griegos, en el interior de la embarcación se encontraban alrededor de 100 menores de edad, así como muchas mujeres, mientras que la mayoría de hombres viajaban en la cubierta exterior del pesquero.
Según señaló el portavoz de la Guardia Costera, Nikos Alexíu, en la televisión pública ERT, el motor se paró de repente y se produjo un traslado de personas de un lado a otro, lo que provocó que el barco volcara.
“Es probable que no sepamos nunca cuántas personas exactamente iban a bordo de la embarcación”, señaló.

Tres presuntos traficantes entre los supervivientes
En un comunicado, la Guardia Costera griega informó de que el barco había sido localizado hacia el mediodía del martes, cuando navegaba en aguas internacionales al sur de la península griega.
Según esa nota, las autoridades ofrecieron repetidamente asistir al pesquero mediante teléfono satelital y embarcaciones privadas que fueron enviadas a la zona, pero los que se encontraban a bordo rechazaron la oferta de ayuda, expresando su deseo de continuar el viaje rumbo a Italia.
Ayer, miércoles, tres hombres que se encontraban entre los rescatados fueron interrogados en la sede portuaria de Kalamata bajo la sospecha de ser los presuntos traficantes de personas.
Las redes de tráfico ilícito de personas llevan años utilizando embarcaciones grandes, como veleros y pesqueros, para dirigirse desde Turquía o Libia al sur de la Italia continental, desde donde los migrantes y refugiados tienen un acceso más fácil a los países de Europa Central.
El pasado domingo, las autoridades griegas rescataron al sur del Peloponeso a 90 migrantes que estaban a bordo de un yate que se encontraba a la deriva.

Una tragedia “inconcebible”
La misión griega del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calificó de “tragedia inconcebible” lo sucedido.
En un comunicado publicado en su cuenta de Facebook, recalcó además que estas muertes podrían haberse evitado si se hubieran establecido más rutas seguras para la migración en el Mediterráneo.
El primer ministro interino de Grecia, Ioannis Sarmás, declaró tres días de duelo nacional por las víctimas del naufragio.
Según un comunicado oficial, el luto nacional se prolongará hasta el próximo sábado, “con el pensamiento en todas las víctimas de los despiadados traficantes que se aprovechan de la desesperación humana”.