Por Albin Cepeda
CRDmedia
El dictador de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, es considerado por muchos como uno de los líderes más extravagantes y autoritarios de la historia contemporánea. Durante su régimen de 21 años, Niyazov implementó políticas absurdas y excentricidades que lo hicieron destacar entre otros dictadores.
Niyazov llegó al poder en Turkmenistán en 1985 como Secretario General del Partido Comunista y en 1990 se convirtió en el primer presidente de la República independiente de Turkmenistán. Durante su mandato, Niyazov se hizo conocido por su obsesión con su propia imagen y su culto a la personalidad. Renombró meses del calendario con sus propios nombres, construyó una enorme estatua de oro de sí mismo que giraba para seguir el sol, y escribió un libro llamado “Ruhnama” que se convirtió en un libro de texto obligatorio en las escuelas y según él, contenía “los valores y la sabiduría espiritual” de su pueblo.
Además de sus obsesiones egoístas, Niyazov implementó políticas extremadamente restrictivas y autoritarias en Turkmenistán. Cerró hospitales, escuelas y bibliotecas, limitó la libertad de prensa y prohibió la importación de libros que no estuvieran aprobados por su régimen. También restringió la libertad de viajar y prohibió la música clásica y los baños públicos.
El régimen de Niyazov también se caracterizó por la corrupción y la opresión. Se acusó a Niyazov y a su régimen de enriquecimiento ilícito y de cometer atrocidades contra sus oponentes políticos, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas.
A pesar de las políticas y acciones opresivas de Niyazov, su legado sigue siendo objeto de controversia en Turkmenistán y en todo el mundo. Mientras algunos lo ven como un líder autoritario y dictatorial, otros lo ven como un héroe nacional que defendió la identidad cultural de Turkmenistán y garantizó su independencia política.
En conclusión, Saparmurat Niyazov, el dictador de Turkmenistán, es recordado como uno de los líderes más locos e extravagantes de la historia contemporánea. Con su obsesión por su propia imagen y su culto a la personalidad, sus políticas absurdas y restrictivas, y su legado controvertido, Niyazov seguirá siendo un personaje fascinante en la historia contemporánea