Por Huetzin Aly Reyes Hernández
Ciudadanía RD Media

Chignahumictlan: El Latido de las Danzas que Rescatamos
El grupo de danza Chignahumictlan no es solo un conjunto de bailarines; es un guardián de la memoria. Nuestro nombre, que evoca el “Lugar de los Nueve Vientos” o “Nueve Muertos” en náhuatl, resalta nuestra conexión con el Mictlán, el inframundo de la cultura mexica, y subraya nuestro respeto por el ciclo de la vida y la muerte.
Nuestra labor va más allá de la coreografía. Cada danza es un portal al pasado, un acto de resistencia cultural y una forma de honrar a los ancestros que nos legaron estas tradiciones.
- Danza del Tochtli (Conejo): Esta danza, a menudo asociada con la deidad del pulque, Ometochtli, simboliza la fertilidad y la alegría. El conejo era un animal sagrado en la cosmovisión prehispánica, ligado a la luna y a los rituales de agradecimiento por las cosechas. A través de esta danza, buscamos revivir la vitalidad de la tierra y la abundancia de la vida.
- Danza de Tonantzin (Nuestra Madre Venerada): Tonantzin es el nombre náhuatl de la “Madre Tierra”, una deidad que encarna la fertilidad y la creación. Esta danza es un tributo a la energía femenina, la protectora de la vida, y se realiza con movimientos suaves y solemnes que evocan la veneración por la naturaleza. Es una de las danzas más emotivas, conectando a los danzantes con la fuerza creadora del universo.
- Danza de Conquista: A diferencia de las anteriores, esta danza es una representación histórica y simbólica de la llegada de los españoles. Se escenifican batallas y el choque de culturas, con el fin de recordar la historia y honrar la resistencia de nuestros antepasados. Es un acto de memoria que nos permite reflexionar sobre nuestro pasado y reafirmar nuestra identidad.
- Danza de los Cascabeles: Conocida por su vestuario adornado con cascabeles, esta danza crea una sinfonía rítmica con el movimiento del cuerpo. Cada paso hace resonar un sonido que, según la tradición, se creía que atraía las buenas energías y ahuyentaba los malos espíritus. Los instrumentos de percusión y los cascabeles son el corazón de esta danza, que nos transporta a un estado de trance ceremonial.
- Danza del Venado: Considerada una de las danzas más antiguas del país, especialmente entre las etnias yaqui y mayo del norte de México. El venado es un animal sagrado que representa la conexión con la naturaleza y la renovación. Los movimientos del danzante imitan al animal, celebrando su gracia, agilidad y espiritualidad. Con esta danza, honramos el ciclo de la vida, la caza ceremonial y la comunión con el mundo natural.
- Danza del Fuego: El fuego era un elemento sagrado y un punto central en muchos rituales prehispánicos. Esta danza se realiza en honor a Xiuhtecuhtli, la deidad del fuego y el tiempo, y simboliza la purificación, la destrucción y el renacimiento. Sus movimientos son enérgicos y se llevan a cabo alrededor de una hoguera, con el fin de rendir homenaje a este elemento vital que da calor, luz y vida.
A través de estas representaciones, el grupo Chignahumictlan busca el rescate de nuestras tradiciones. Interactuamos con la comunidad, enseñando a niños y adultos a elaborar su propio vestuario y a crear sus instrumentos. Así, no solo transmitimos el conocimiento, sino que también fomentamos la creatividad y el sentido de pertenencia.
