Por Greydi Ramos
Escritor y político.

Con la reciente juramentación este dieciséis de agosto de Luis Abinader y Raquel Peña, como presidente y vicepresidente de la república respectivamente, queda marcada dentro del partido de gobierno la carrera con miras a alcanzar la presidencia de la república para el próximo 2028. Para nadie es un secreto quiénes son los que aspiran a convertirse en el relevo del actual mandatario, aunque por asuntos de prudencia o modestia personal, ninguno de los precandidatos han iniciado ningún tipo de proselitismo al respecto, sobre todo cuando desde el mismo partido se mandó la señal de ser prudentes y de que lo importante ahora era concentrarse en realizar una buena obra de gobierno y apoyar al mandatario con el cumplimiento de sus funciones.
Pero la realidad es que la contienda con miras al 2028 ya empezó y todos dentro y fuera del partido tenemos ya nuestros precandidatos preferidos, tal como dice una frase muy popular dentro de la facción principal del partido que reza ´´Ya yo tengo el mío´´.
Vamos a ser reales, todo el mundo sabe que en el partido de gobierno convergen internamente dos grupos o facciones, la que lidera el actual mandatario, Luis Abinader y la que encabeza el ex presidente Hipólito Mejía, y todos sabemos en qué direcciones serán empujadas sus fuerzas y la de sus adeptos cuando el tema de las aspiraciones presidenciales se concretice y se dé el pitazo de salida que dé inicio a la carrera hacia la primera magistratura del estado.
De entre los cuatros candidatos más mencionados, Carolina Mejía, Yayo Sanz Lovatón, David Collado Y Wellintong Arnaud, son los dos primeros quienes hasta el momento esbozan más posibilidades; obedeciendo la primera a su actual posición, la alcaldía del DN y las ventajas que le ofrece ser la hija de su padre, el ex presidente Hipólito Mejía. El segundo, Yayo S. Lovatón, ha realizado una gestión magistral, extraordinaria y aplaudida por todos en la DGA, además que para nadie es un secreto, es el candidato del presidente de la república. En ambos casos, repito de nuevo, cada uno cuenta con el apoyo de una de las facciones más fuertes e importantes del partido de gobierno.
De los otros dos, hay que decir que David Collado, aunque ha realizado una gestión excelente en turismo y cuenta con el apoyo de importantes sectores económicos, no tiene el carisma que precisa un candidato presidencial para conectar con el pueblo, no es conocido en las provincias y su endiosada actitud no le permite tener contacto con los sectores populares, que son la gran mayoría de los votantes; además de que no cuenta con el aval de ninguno de las facciones antes mencionadas. Por otro lado está Wellintong Arnaud, sin restarle méritos al joven prospecto, su realidad es que aún no conecta con el pueblo, además que precisa de más madurez y experiencias políticas y en su posición de administrar un bien tan importante como el agua, debe pasar con cien para calar en el gusto popular; aunque es un gran armador con éxitos mostrados y no dejaría de ser una excelente opción para un futuro.
Así que una vez expuestas sobre la mesa las realidades de estos pre candidatos del PRM, partido y dirigencia deben sentarse en la mesa del diálogo interno y mirarse muy bien en el espejo de la división peledeista y de manera muy especial en cada una de las experiencias de sus pasadas divisiones, PRD/PLD, PRD/PRI y PRD/BIS, PRD/PRSD, PRD/PRM, divisiones que por años contribuyeron a su fracaso hacia la carrera presidencial.
Aunque al final el PRM conquistó la victoria, los miembros de esta organización deben estar claros en que la división del PLD/FP contribuyó en gran parte a su derrota en el 2020, división que se mantiene y de nuevo benefició al partido de gobierno en las pasadas elecciones del 2024.
Es en ese sentido, que mirándose en ese espejo los PRMeistas, su dirigencia y sus bases deben de tacharse o tatuarse este versículo en la cabeza o la frente, ´´Si un reino está dividido contra sí mismo, dicho reino no podrá permanecer ´´Marcos 3, 24; por lo que no deben dar cabida a la más mínima idea de división en las filas de su partido, si no, ponerse de acuerdo en una fórmula que unifique las dos facciones convergentes dentro del partido, representadas por Luis Abinader e Hipólito Mejía. Un binomio que apueste al éxito, pero también apueste a la unidad, conformado con Yayo Lovatón, como candidato presidencial y Carolina Mejía como candidata a la vicepresidencia de la república.
Concluyendo entonces que, con la unidad y el apoyo de las dos facciones más importantes del partido y una oposición mortalmente fragmentada por la venganza, el egoísmo, y las aspiraciones personales de continuismo de sus líderes; estos candidatos del oficialismo, irían en coche, dicho en buen dominicano.
Los demás aspirantes sólo deben ponerse en fila y aguardar su momento porque si se mantiene la sensatez y la unidad sobre todas las cosas, esta será por mucho tiempo la era del PRM.