Tokio (EFE).- Los ministros de Trabajo de los países del G7 destacaron hoy la importancia de aplicar las lecciones aprendidas de la pandemia y apostar por un mejor acceso a la formación continua y más inclusión en el mercado laboral para su sostenibilidad.
Por su parte los ministros de Agricultura apostaron por la importancia de diversificar las cadenas de suministro agrícola y adoptar prácticas más respetuosas con el medioambiente para lograr sistemas resilientes y sostenibles.
Declaración conjunta en materia de Trabajo
Al término este domingo de su reunión de dos días en Kurashiki, en el oeste de Japón, los titulares de empleo del Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido), junto al representante del ramo de la Unión Europea, adoptaron una declaración conjunta en la que abogan porque los Estados realicen una mayor inversión en capital humano.
En este sentido, destacaron la importancia de “aprender lecciones de las políticas vinculadas a la covid-19 para ser capaces de responder a futuras crisis sin poner en peligro la sostenibilidad de los sistemas de protección social”, dados los costes presupuestarios imprevistos que estas medidas provocaron en algunos países, ejerciendo presión en sus sistemas de desempleo.
Con esto en mente, abogaron por elaborar políticas que incluyan un mayor apoyo para que los trabajadores puedan permanecer, entrar o reincorporarse a un puesto de trabajo en cualquier circunstancia.
La pandemia ha generado cambios en las formas de producción y consumo y la expansión del uso de plataformas digitales, acelerando una transformación del mercado laboral y las comunicaciones.
Para adaptarse a esta nueva situación, el G7 aboga por impulsar “oportunidades adecuadas para la mejora y actualización de habilidades profesionales, para ayudar a disminuir el riego de inseguridad laboral, desajustes y brechas de habilidades, y escasez de trabajadores cualificados en nuestros mercados laborales”.
“Renovaremos nuestros esfuerzos para mejorar la disponibilidad de educación de calidad y oportunidades de formación continua, en particular para los más necesitados”, incluso fortaleciendo la coordinación público-privada, dada la “alta desigualdad” de acceso a programas de formación entre las economías del G7, añadieron.
En lo que se refiere a la caída del volumen de la fuerza laboral, los ministros del G7 abogaron por promocionar una participación en el mercado a través de la incorporación de trabajadores de edad avanzada y personas con discapacidad, que pueden servirse del teletrabajo, la robótica o la inteligencia artificial (IA).
Los titulares del Trabajo del grupo reconocieron que todavía existen diferencias en el acceso a oportunidades laborales, entre ellas la brecha de género y “la segregación ocupacional y visiones estereotipadas de los roles de género, especialmente en puestos directivos”, en las que se comprometieron a seguir trabajando.
El grupo incluyó en el texto una condena a la invasión rusa de Ucrania, “que ha causado un daño inenarrable al pueblo de Ucrania, así como una subida de los precios de los alimentos y la energía que amenazan a millones con un incremento del riesgo de pobreza, y ha tenido unos impactos social, económico y en el mercado laboral significativos en Ucrania y más allá”, señalaron.
Una agricultura respetuosa con el medioambiente
En una declaración conjunta de los ministros de Agricultura de los países del G7 adoptada al término hoy de su reunión de dos días en la ciudad japonesa de Miyazaki (sudoeste), el grupo condenó el impacto que está teniendo la invasión rusa de Ucrania sobre la seguridad alimentaria, pero recordó que incluso antes de esa guerra el hambre crónico afectaba a 828 millones de personas.
“Está claro que se necesitan urgentemente respuestas políticas”, señalaron los responsables de Agricultura de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, a los que se unión el titular del ramo de la Unión Europea (UE), que dijeron que la guerra ruso-ucraniana no ha hecho sino exacerbar problemas ya existentes para estas actividades, como el cambio climático o las enfermedades infecciosas, con la pandemia de covid-19 como ejemplo.
A corto plazo, “es esencial apoyar a Ucrania y mitigar los efectos adversos derivados de la guerra”, dijeron los ministros, que también destacaron la importancia de “continuar con la transformación que se necesita con urgencia hacia prácticas agrícolas resilientes y sostenibles para lograr una producción suficiente a medio y largo plazo para alimentar a la creciente población mundial”.
La población mundial alcanzó los 8000 millones en 2022
Los problemas experimentados en las cadenas de suministro durante la pandemia, los costes crecientes y un peor acceso a materias clave como los fertilizantes, “han dejado más clara que nunca la importancia de adoptar una perspectiva amplia de los ‘sistemas alimentarios’”, expone la declaración.
Para lograr una agricultura más sostenible a largo plazo, los titulares del G7 consideran que es importante “diversificar las cadenas de suministro internacionales, regionales y locales” para fortalecer los recursos y producciones agrícolas de cada país y que el impacto de factores externos sea menor para los que tienen una mayor dependencia de las exportaciones alimentarias.
El Grupo de los Siete también destacó su compromiso para el desarrollo de un comercio “justo, abierto, transparente, predecible, no discriminatorio y basado en las leyes”, así como una mayor disponibilidad de dietas saludables a precios asequibles.
Con el crecimiento demográfico mundial en mente, los ministros de Agricultura del G7 señaló además la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y revertir la pérdida de biodiversidad teniendo en cuenta la “alta interdependencia de la adaptación y mitigación del cambio climático” y la agricultura.
El grupo abogó por fortalecer su compromiso para cumplir con los tratados internacionales en materia climática y de biodiversidad, y destacó varias medidas que pueden contribuir a su recuperación, como la agricultura orgánica, el manejo de plagas sin dependencia única de pesticidas químicos o sistemas de regado más eficientes.
La declaración también contempla la importancia de la innovación y la inversión para transformar el sector agrícola, incluido a través de la integración de la tecnología, para crear mayores oportunidades de trabajo que atraigan mano de obra y contribuyan a revitalizar zonas agrícolas rurales envejecidas o despobladas.