Por Wenzel Musset
CRDmedia
La ambición desmedida es una herramienta poderosa y de doble filo, si bien casi siempre te hace llegar a los lugares más altos, es totalmente seguro qué te da la peor de las caídas con el tiempo, es un fenómeno que se repite a lo largo de la historia.
La ambición desmedida de Benito Mussolini lo hizo llegar a la cima del poder en Italia y llevar a una supuesta gloria al país en aquel entonces, años después terminó derrotado en el zafacón de la historia y con una Italia en ruinas, la ambición desmedida de Hitler lo hizo pasar de un simple soldado corresponsal en la primera guerra mundial a ser la máxima autoridad en Alemania en tan sólo 16 años, sólo para quedar cómo el racista, dictador y megalómano más grande de la historia junto a su derrota en la segunda guerra mundial, lo mismo pasa en el PLD aquí en República Dominicana, la ambición los hizo llegar a lo más alto para darle la peor de las caídas con los años.
Las actuales autoridades que se quedaron en el PLD, han mostrado ser el problema de ese partido, aparte de su vergonzosa derrota en las elecciones del 2020, ahora vemos una lucha de intereses qué va a terminar de hundir al partido, en las estrategias bélicas nunca un grupo que está dividido puede ganar una “guerra” contra adversarios externos, porque las energías que podrían usar enfrentando a sus oponentes, las utilizan peleando entre sí y eso es lo que sucede en el PLD con la falta de claridad qué hay con el candidato presidencial, o mejor dicho falta de claridad del apoyo qué se le brinda a este candidato por el partido.
Comenzando por las masivas renuncias de dirigentes peledeistas de larga data después de la victoria de Abel Martinez cómo el candidato del PLD en la consulta hecha en octubre del 2022, también se han dado extrañas señales y mensajes crípticos qué indican una posible alianza con el partido oficialista, lo que debilitaría al candidato del PLD y para colmo la posibilidad de ser enfrentado nuevamente en unas primarias dentro de su partido que serían oficialmente en octubre del 2023.
Todas estas situaciones son el preludio de un ocaso para el PLD, así mismo pequeñas señales anunciaban las caída de dictadores ambiciosos cómo Hitler, Mussolini, Trujillo y el resto de sus homólogos, varias señales se están dando que anuncian la caída completa del PLD, cómo si se tratara de una predicción de Nostradamus o Baba Vanga, si el resto de las autoridades del PLD que no quieren ver a su partido en las ruinas o que no siguen la corriente actual que domina al partido no hace algo rápido, no podrán parar la destrucción del PLD cómo organización política.
Su enfoque debería ser ahora mismo el poner al frente del partido a dirigentes que si los representen ante la sociedad y qué gocen de buena aceptación, llegar a un acuerdo interno para qué Abel sea el candidato oficial sin necesidad de otras primarias y cortar de raíz el poder e influencia esa corriente cancerosa en el comité político que está matando al PLD lentamente, si quieren que el partido siga a flote, es lo qué van a tener que hacer.