
Tokio (EFE).- El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, desmintió este miércoles las informaciones provenientes de su propio partido que apuntaban a su dimisión inminente tras la debacle electoral del pasado domingo, y que ha dejado al líder nipón en una posición muy debilitada.
El mandatario conservador mantuvo hoy una reunión con altos cargos del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) en la que, según dijeron fuentes de esa formación a medios locales, iba a plantearse su dimisión para asumir la responsabilidad por los malos resultados electorales.
«No hemos hablado nada de mi situación, a pesar de lo que recoge la prensa», dijo Ishiba a los medios al término del encuentro con Taro Aso, Yoshihide Suga y Fumio Kishida, tres altos cargos del PLD y antiguos primeros ministros, además de Hiroshi Moriyama, secretario general de la formación.
«Hemos coincidido en nuestra percepción de una crisis grave (por los resultados electorales), y mantuvimos varias discusiones, incluyendo nuestro rechazo a que haya divisiones dentro del partido», afirmó Ishiba, quien reiteró su voluntad de continuar en el cargo para evitar que se produzca un vacío político que impida afrontar las prioridades políticas.

Reunión clave con antiguos primeros ministros
Por su parte, el secretario del partido en el Gobierno dijo tras el encuentro que la formación debería hacer un análisis de los resultados electorales «lo antes posible», y también quiso desmentir conversaciones sobre la marcha del actual líder japonés.
Antes de la reunión, fuentes del partido dijeron a la agencia Kyodo que veían «inevitable» la dimisión del primer ministro tras los pésimos resultados electorales.
Mientras, el diario nipón Mainichi llegó a asegurar que Ishiba ya habría transmitido a los barones del PLD su intención de dejar el puesto a lo largo del mes de agosto y realizar el anuncio oficial ese mes.
Ishiba vio muy debilitada su posición tras perder la mayoría en las elecciones del pasado domingo, unos resultados que derivaron en llamamientos crecientes a su renuncia, tanto dentro de su propio partido como desde la oposición.
Menos de un mes después de que Ishiba asumiera la presidencia del gobierno nipón, en septiembre pasado, el PLD ya perdió el control de Cámara baja, lo que sumado a la minoría en la Dieta, complica enormemente la viabilidad del Ejecutivo actual y deja en el aire el futuro del mandatario.

Acuerdo comercial con EE.UU. genera reacciones
El primer ministro prometió en la víspera que continuaría en el puesto pese a la debacle electoral y con vistas a garantizar la estabilidad política en el país y a cerrar asuntos pendientes, entre ellos las negociaciones comerciales con EE.UU.
Las informaciones sobre la posible marcha de Ishiba afloran horas después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara que ha alcanzado un acuerdo comercial con Japón que incluye gravámenes «recíprocos» del 15 % y varias concesiones favorables para Washington. Tokio ha valorado el acuerdo de forma positiva.