Por Redacción
CRDmedia
El pueblo dominicano se ilusionó con el triunfo del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en las elecciones de 2020, esperando que fuera el inicio de una nueva era de transparencia, justicia y desarrollo. Sin embargo, a poco más de tres años de su gestión, el PRM ha demostrado ser una gran decepción, que no solo ha incumplido sus promesas, sino que ha incurrido en graves actos de corrupción, espionaje y complicidad con el narcotráfico.
Las recientes declaraciones de uno de sus dirigentes, Danilo Cruz Pichardo, han destapado la caja de Pandora, revelando que el PRM opera un centro de espionaje en la Plaza Haché de la avenida John F. Kennedy, desde donde monitorea las comunicaciones de sus adversarios y de la sociedad civil. Esta práctica viola el derecho a la privacidad y la libertad de expresión, y recuerda a los métodos de la dictadura de Trujillo, que tanto daño hizo a la nación.
Pero eso no es todo. Según Cruz Pichardo, “el PRM recibe fondos de fuentes ilícitas, como el narcotráfico y los contratistas del Estado, lo que lo obliga a permanecer en el poder por cualquier medio lícito e ilícito, ya que su principal amenaza es el narcotráfico, al que le debe favores por su contribución a la campaña de 2020″. Así, el presidente Luis Abinader se ha convertido en un rehén del poder económico y del crimen organizado, que le impiden salir del poder.
Estas revelaciones demuestran que el PRM y Abinader han defraudado a los dominicanos que confiaron en su propuesta de cambio. Lejos de ser una opción moderna y revolucionaria, el PRM es un partido que reproduce las peores prácticas del peledeísmo, y que pone en riesgo la democracia y el Estado de derecho. Los ciudadanos deben estar alertas y exigir transparencia y rendición de cuentas a sus gobernantes, y no dejarse engañar por las falsas promesas y las campañas mediáticas.
De ser cierrtas todas esas afirmaciones realizadas por Danilo Cruz Pichardo, entonces es hora que el pueblo dominicano se levante y reclame sus derechos en las elecciones del 18 de febrero y 16 de mayo de 2024, y que exija una verdadera alternativa política que respete la Constitución, las leyes y la voluntad popular.
El PRM ha sido una decepción para la democracia, y no merece seguir gobernando.
Fuente: LA BAZUCA