
Correos electrónicos recientemente revelados del pederasta Jeffrey Epstein confirman que la fotografía en la que el ex príncipe Andrés aparece abrazando a la entonces menor de edad Virginia Giuffre es auténtica, contradiciendo las versiones del propio Andrés, quien durante años sostuvo que la imagen era falsa o manipulada.
Según medios británicos como The Daily Mail y The Times, los mensajes datan de 2011 y fueron enviados por Epstein a un periodista, en los que el magnate escribió:
“Sí, ella estaba en mi avión, y sí, tiene esa fotografía tomada con Andrés, como tantos de mis empleados tienen”.
Una imagen tomada en Manhattan
La polémica foto fue captada en el apartamento de Ghislaine Maxwell, colaboradora y cómplice de Epstein, en Manhattan. En la imagen, Andrés aparece abrazando por la cintura a Giuffre, mientras Maxwell observa desde el fondo.
En su autobiografía póstuma, Virginia Giuffre recuerda que fue ella quien pidió que tomaran la foto “como recuerdo de las amistades influyentes que tenía en ese momento”.
Años después, en 2019, Andrés negó tener memoria de aquella escena y sugirió que la imagen “podría haber sido falsificada”, argumento que su entorno repitió durante años.
Sin embargo, los correos recientemente filtrados desmienten esa versión y apuntan a que el propio Andrés pidió a Epstein intervenir para proteger su nombre. En uno de los mensajes, el ex duque le escribe directamente:
“Por favor, asegúrate de que cada declaración o documento legal deje claro que NO estoy involucrado y que no sabía NADA de estas acusaciones. Ya no puedo aguantar más”.
Nuevo golpe para la monarquía británica
El caso representa otro golpe devastador para la monarquía del Reino Unido. El Daily Mail, primer medio en publicar la fotografía años atrás, señala que estas revelaciones podrían obligar a Andrés a declarar ante la justicia estadounidense, como ya reclamaron legisladores demócratas.
La Casa Real ha intentado en los últimos años mantenerlo fuera del foco mediático, pero la nueva filtración vuelve a ponerlo en el centro de una controversia que afecta directamente a la imagen de la corona.
El 30 de octubre pasado, el rey Carlos III le retiró el título de príncipe —el último que conservaba— y le pidió abandonar su residencia dentro del patrimonio real. Desde ahora deberá firmar como Andrés Mountbatten-Windsor, y se espera que se mude antes de fin de año a una propiedad cedida por su hermano.
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