La obtención de energía por fusión es considerada el santo grial de la industria energética.
Por CRDM
La humanidad está librando una carrera desesperada hacia el descubrimiento de nuevas fuentes y producción de energía para su sustento. Es una carrera contra el tiempo, ya que es bien sabido por todos y todas, que la fuente principal de energía, el petróleo, le quedan alrededor de 50 años para su agotamiento.
Podríamos deducir que la carrera espacial que libran las potencias hoy en día tiene por objetivo principal explorar y conocer nuevos mundos, con el propósito de encontrar nuevas fuentes y formas energías, yacimientos de minerales preciosos agotados en nuestro planeta Tierra. Pero, mientras eso ocurre, aquí luchamos por desarrollar nuevas tecnologías para la producción de las mismas.
El descubrimiento del fuego le dio un impulso definitivo al hombre para salir de la caverna. Este fue usado, no solo para cocer los alimentos, sino también como medio de defensa contra sus depredadores y como instrumento para dominar la metalurgia.
Desde el descubrimiento de ese fuego, el hombre, y en especial los científicos han estado detrás de esa nueva fuente; ya la humanidad no va por la simple antorcha robada por Prometeo a los Dioses para dársela a los humanos, se trata de otro tipo de fuego que produciría tanta energía que alcanzaría para iluminar ciudades enteras, sin las agravantes huellas de carbono que dejan atrás los hidrocarburos y la energía nuclear por fisión.
Hablamos de la fusión nuclear, la cual consiste en el proceso por el cual varios núcleos atómicos de carga similar se unen y forman un núcleo más pesado, permitiendo la liberación o obsesión de una cantidad enorme de energía, que permite a la materia entrar en un estado plasmático. Ello equivaldría a la creaciónde un pequeño Sol aquí en la Tierra, a través de un reactor de fusión nuclear, teniendo como fuente principal de alimentación el hidrogeno y el litio, siendo el hidrogeno, elemento más abundante en el universo.
Hasta lo ocurrido en China el 28 de mayo del año en curso, donde la agencia estatal de noticias Xinhua indicó que el Experimental Advanced Superconducting Tokamak (EAST), situado en la ciudad de Hefei, logró una temperatura de plasma de 120 millones de grados centígrados en su reactor Tokamak, HL2M, y la mantuvo durante 102 segundo. No se había podido conseguir unas temperaturas similares por tan largo tiempo. Durante este tiempo se logró crear un sol artificial 10 veces más caliente que nuestra estrella, ya que la capacidad del reactor es de producir una temperatura del plasma a 150 millones de grados centígrados.
Esta es una información que la humanidad debería celebrar, aún más cuando se tuvo opiniones favorables de unas de las mentes más brillantes que ha dado la humanidad, el físico teórico Stephen Hawking, quien dijo que “La fusión nuclear sería una fuente de energía práctica que nos daría una cantidad inagotable de energía, sin contaminar ni generar calentamiento global“, este proyecto tendría el potencial de generar energía eterna.
La obtención de energía por fusión es considerada el santo grial de la industria energética, y como hemos podido ver, si el proyecto ITER no se le adelanta, el cual está siendo desarrollado en Cadarache (Francia) y costará 24, 000 millones de euros, aproximadamente, pudieran ser los chinos los primeros en desarrollar el primer prototipo de un reactor nuclear por fusión.
La verdad es que estamos dando pasos firmes hacia la extinción de toda la raza humana de seguir explotando nuestros recursos naturales en la dimisión actual.
Es por esto, la alta relevancia que tiene este proyecto en aras de producir energía limpia, sin contaminación, fruto de desechos radiactivos. El desarrollo de esta tecnología le dará un nuevo impulso a nuestra especie ya que está íntimamente ligado al dominio de la energía.
Dominar la fusión nuclear nos permitiría detener la producción de forma masiva de los gases de efecto invernadero, lo cual pudiera mitigar de una forma considerable el cambio climático.
De todo esto, lo único que lamentamos es que sea una nación con un modelo de sociedad y sistema político dictatorial, la cual que no muestra niveles de tolerancia ni es respetuosa de las ideas de los demás, mucho menos de sus ciudadanos y ciudadanas.
Ante todo, esto, solo nos queda decir “es lamentable que fuera China”.
Author: Redacción
Medio digital de comunicación de República Dominicana