Porque es Mejor Ceder el paso, esto denota la educación y sensibilidad hacia los demás.
Por Anyi Tejada Sanchez
Mientras me disponía a ceder el paso a una protectora abuelita que llevaba de cada mano a sus dos nietos para cruzar la calle, observe con terror como el conductor imprudente de una motocicleta rebasaba por mi derecha casi atropellando a los 3 peatones. Gracias a DIOS y a los jóvenes reflejos de uno de los niños todo quedo en un gran susto producto de la inconciencia y de la desesperación.
Luego de esta experiencia me cuestione sobre si era correcto ceder el paso o esperar que la abuelita cruzara cuando no pasara ningún vehículo.
Esta anécdota llena mi cabeza, y me muestra, como la imprudencia, la falta de experiencia, el inmediatismo de tener éxito, la prisa por llegar a ningún lugar, el deseo de brillar con la humillación al prójimo, la ausencia de empatía, el arribismo, no crear conciencia ante los malos actos y sus consecuencias, son el estandarte de la sociedad de este siglo.
Saltan en mi memoria miles de actos de imprudencias, de irrespeto, arribismo, meritocracia sin sacrificio e inconciencia; me recuerdan como un advenedizo procurador arremete contra una dama que ha dedicado su vida a las leyes y la justicia, como un mercadologo, ante de consagrarse como pedófilo, quiso frustrar los sueños de un joven cineasta que nos ha traído muchas glorias.
Duele más ver y escuchar la osadía con traje de prepotencia y estampa de indiferencia de la mano de un artista con resientes luces y escasos éxitos, como indolentemente trata con irrespeto la legendaria trayectoria de más de sesenta y cinco (65) años de labor ininterrumpida, a uno de los más grandes iconos de la dominicanidad, y la humanidad, ante su muerte, que para este pueblo, es una llaga que duraremos mucho en sanar y me pregunto, ¿Quién Cedió el Paso? y ¿porque no aparece el motorista imprudente? llevándose de paso a todos estos detractores irreverentes de lo bueno?
Me decepciono, pero luego recuerdo que las cosas buenas, la gente humilde, resiliente, respetuosas, pacientes, bondadosas y de éxito siempre son las que triunfan y hacen que la oscuridad se desvanezca por la luz que irradian, como la sonrisa de nuestro amado Caballo, y mi piel se eriza cuando toda una familia en medio de su dolor deja cualquier ofrensa de lado, extienden sus manos y perdonan, porque es Mejor Ceder el paso, esto denota la educación y sensibilidad hacia los demás.
Para cerrar estas breves líneas cito al célebre maestro Horacio Quiroga: “No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino”