El multimillonario está a favor del regreso a las oficinas y cree que las pérdidas económicas no deberían ir en contra de su libertad de expresión
Abelardo González
Durante una reciente entrevista emitida por la cadena CNBC, Elon Musk vertió varias de sus habituales perlas. El multimillonario, en la actualidad ligado a entidades como Tesla, SpaceX y Twitter, habló de aspectos tan polémicos como la vuelta a las oficinas o la libertad de expresión, dos campos a los que ya había hecho alusión en el pasado. Y, para sorpresa de nadie, Musk se mostró tajante tanto con su opinión como con sus forma de ver la tendencia actual de la sociedad en estos dos aspectos.
En relación al teletrabajo, Musk reveló que está en contra de esta metodología de trabajo. A diferencia del pensamiento de otras figuras ligadas a grandes corporaciones, el multimillonario considera que el trabajo a distancia es una “gilipollez” que, además, es “moralmente incorrecto” ya que es injusto para aquellos trabajadores que no puedan disfrutar de esta virtud. Por ello, aseguró ser un gran defensor de que “la gente es más productiva cuando está en persona”, razón por la que los empleados de firmas como Twitter o Tesla acuden a trabajar a las oficinas. De hecho, Musk se mostró muy efusivo al señalar a David Faber, el autor de la entrevista, que la gente debería bajarse del “maldito caballo moral con la mierda del trabajo desde casa”.
Después de ofrecer su visión sobre el teletrabajo, Musk también quiso ahondar en cuestiones relacionadas con la libertad de expresión. Desde que adquirió Twitter, el multimillonario siempre ha defendido que la plataforma debe ser un lugar en el que todas las personas puedan compartir su opinión sin miedo a la censura. Por ello, Farmer le preguntó por las teorías conspirativas y declaraciones racistas o antisemitas que se comparten en la plataforma, una situación que Musk quiso comparar con La princesa prometida (el clásico de 1987) al compartir la siguiente frase: “Ofréceme dinero, ofréceme poder”.
Tras esto, Musk continuó su discurso asegurando que todo el mundo debería compartir lo que tiene que decir, razón por la que él mismo dirá lo que tenga que decir aunque las consecuencias sean perder dinero. De hecho, en el pasado ya ha recibido sanciones por algunas publicaciones, como cuando recibió una multa de 40 millones de dólares después de un tuit de 2018. Sin embargo, Musk está a favor de seguir opinando y compartiendo lo que le da la gana, un aspecto en el que no parece tener incidencia las posibles represalias económicas que pueda sufrir. De hecho, ya había dejado claro en múltiples ocasiones que no le importa perder dinero siempre que pueda expresar lo que desee.
CNBC
Author: Redacción
Medio digital de comunicación de República Dominicana
