El gigante sueco del mueble, Ikea, anunció el jueves que el grupo despidió a 10.000 empleados en Rusia tras el cese de su actividad en ese país.
La multinacional, que interrumpió en marzo su actividad en Rusia a raíz de la invasión de Ucrania, despidió a 10.000 de los 12.000 empleados que tenía en su sección de ventas, declaró a AFP Jesper Brodin, jefe de Ingka, la empresa que supervisa a la mayor parte de las franquicias del grupo.
Durante el ejercicio económico de septiembre de 2021 a agosto de 2022, las aproximadamente 470 tiendas y puntos de venta de la multinacional realizaron ventas por 44.600 millones de dólares, anunció Inter Ikea, el holding principal del grupo con sede en los Países Bajos.
Jon Abrahamsson Ring, el presidente ejecutivo del grupo de 230.000 empleados, que debe publicar la cifra de sus beneficios el mes próximo, afirmó a AFP que había sido “un año difícil”, con ventas en volumen “que no aumentan”.
Independientemente de los efectos de cambio monetario, el crecimiento del volumen de negocios muestra también una progresión más débil, al 3,5%.
“Tuvimos que subir nuestros precios, lo que nos afectó enormemente”, destacó el ejecutivo.
“Hemos tenido problemas de disponibilidad debido a la escasez, sobre todo para sacar productos de Asia. Hemos tenido fuertes subidas de las materias primas en todos los ámbitos y, por supuesto, la situación en Rusia”, detalló.
El grupo llevó a cabo despidos “sustanciales” entre sus 15.000 empleados en Rusia, después de detener sus actividades en marzo, explicó el jefe de Inter Ikea, asegurando actuar “de la mejor manera posible” hacia el personal.
Premier Ikea en Sudamérica
Pese a esta situación, Ikea sigue abriendo tiendas, entre las cuales la primera en Sudamérica, en Santiago de Chile. Según Mario Marcel, ministro de Hacienda de Chile, la llegada de Ikea al país generará unos 1.000 empleos.
El gigante del mueble, que lanzó marcas más pequeñas y cercanas a los centros de las ciudades estos últimos años, alcanzó las 474 tiendas a finales de agosto, frente a 458 un año antes, según Abrahamsson Ring, y pese a los cierres en Rusia.
Con 17 tiendas, el mercado ruso representaba antes de la guerra entre 4% y 5% de las ventas totales del grupo.
Esta pérdida de beneficios se sumó a los efectos de la inflación sobre el gigante del mueble en kit, conocido por sus precios económicos.
En diciembre de 2021, ante el inicio de la ola inflacionista actual en el mundo, Ikea anunció una rara subida de precios, de 9% de media.
El gigante azul y amarillo “quiere evitar absolutamente” una nueva subida de precios, “pero lo no podemos descartar”, dijo Ring.
El grupo asegura haber reducido sus márgenes en “casi mil millones de euros” para no aumentar precios, “lo que se verá reflejado en nuestras finanzas”, indicó.
En cuanto a los problemas logísticos, “vemos una situación bastante mejor, aunque no volvimos aún a la normalidad”, apunto Brodin.
Si los economistas prevén una recesión en varios países, estos últimos meses “vimos un alza en las ventas de dos dígitos, lo que no habíamos visto en mucho tiempo”, añadió.
Fundada en 1934 en el sur de Suecia por Ingvar Kamprad, Ikea no cotiza en bolsa y no tiene entonces obligación de comunicar sobre su salud financiera.