Por Billy Graham Castillo
CRDmedia

El partido Fuerza del Pueblo celebró la última parte del congreso elector, Manolo Tavares Justo, donde se eligieron 10 nuevos miembros para la Dirección Política de la institución. En este proceso fueron elegidos: Juan Bautista Gómez Almanzar, Jesús Antonio Feliz Feliz, Marcos Genaro Cross Sánchez, Rafael Guillermo Guzmán Fernández, Felipe Payano, Raúl Arturo Martínez Martínez, Ángel Danilo Terrero Fortuna, Víctor José Díaz Rua, Hamlet Werner Vladimir Otañez Tejada y Modesto Reyes Valentin.
Dos procesos de elección protagonizaron el congreso, la elección a la Dirección Central, donde los elegidos recibieron el voto de los dirigentes presidentes de direcciones de base, y esta nueva Dirección Central ha elegido los nuevos miembros de la Dirección Política. En ambos procesos, más del 80% de los habilitados para votar ejercieron su derecho.
Ese nivel de participación coloca a la Fuerza del Pueblo en un lugar privilegiado dentro del panorama político nacional. Se trata de una demostración de fuerza que evidencia una militancia activa, comprometida y disciplinada, capaz de movilizarse en procesos internos con la misma energía que se requiere en una contienda nacional. La masividad del voto fortalece la legitimidad de los resultados y proyecta al partido como una organización cohesionada y en plena capacidad de competir por el poder.

El orden y la transparencia con que se desarrollaron los comicios constituyen otro signo de madurez institucional. En un escenario político donde con frecuencia se cuestionan los procesos internos de los partidos, la Fuerza del Pueblo ha logrado organizar elecciones ejemplares, enviando un mensaje claro a la sociedad de que su democracia interna se sustenta en reglas claras y en la confianza de su militancia.
La integración de diez nuevos miembros a la Dirección Política también revela un proceso de renovación que conjuga experiencia y juventud, abriendo paso a liderazgos diversos que fortalecen la representatividad de la organización. Con esta combinación, el partido se muestra dinámico, en constante adaptación, y dispuesto a incorporar nuevas voces en la toma de decisiones.
La amplitud territorial alcanzada durante el congreso confirma la existencia de una maquinaria política con presencia nacional. Las mesas dispuestas en distintos recintos del país permitieron la expresión de dirigentes de base de todas las regiones, consolidando la idea de que la Fuerza del Pueblo no es un partido localista, sino una organización con aspiraciones nacionales y capacidad real de movilización en cada provincia.
El hecho de que los principales dirigentes vinculen este proceso con la ruta hacia el 2028 deja en evidencia una visión estratégica de largo alcance. La Fuerza del Pueblo no se limita a celebrar un congreso, sino que construye una hoja de ruta hacia el poder, fortaleciendo su estructura y consolidando su liderazgo con miras a disputar con éxito las próximas elecciones nacionales. Esta radiografía revela un partido en crecimiento, con bases firmes y con la mirada puesta en el gobierno de la República Dominicana.