Nueva Delhi (EFE).- El ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, afirmó este martes que el país asiático está decidido a controlar las amenazas navales en sus fronteras tras ordenar el despliegue de varios destructores en el mar Arábigo, días después de que un barco mercante fuera atacado supuestamente por Irán.
Singh señaló que “durante mucho tiempo” la India solo prestó atención a las amenazas terrestres en las fronteras occidentales y norteñas, con Pakistán y China como países vecinos, descuidando los desafíos marítimos.
“Hoy en día a la Armada se le presta la misma atención que al resto de fuerzas armadas de la India”, dijo el ministro de Defensa durante el acto de puesta en servicio de un navío militar, un destructor capaz de lanzar misiles supersónicos BrahMos.
“Presencia disuasoria”
La declaración llega un día después de que el Ministerio de Defensa indio anunciase el despliegue de varios destructores en el mar Arábigo para mantener una “presencia disuasoria” en la zona donde un barco comercial fue víctima de un ataque supuestamente por medio de una aeronave no tripulada.
El MV Chem Pluto, un barco afiliado a Israel con 21 trabajadores indios a bordo y un vietnamita, fue atacado el pasado 23 de diciembre, causando un incendio que fue controlado por los tripulantes y que no dejó víctimas.
El navío llegó ayer al puerto de Bombay, en el oeste de la India, donde según Defensa será objeto de una investigación dirigida por varias agencias y reparado posteriormente.
Aunque la India no se ha pronunciado sobre la autoría del ataque, el Departamento de Defensa de Estados Unidos afirmó que el buque cisterna de sustancias químicas de propiedad japonesa (que portaba bandera de Liberia y era operado por una empresa holandesa) fue atacado el sábado en el océano Índico por un dron procedente aparentemente de Irán.
El navío había salido de Arabia Saudí el pasado 19 de diciembre y se dirigía al puerto indio de Mangalore cuando fue atacado. Según medios estadounidenses, podría tener vínculos con Israel.
Irán niega el ataque
Un portavoz del ministerio de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, negó ayer que el supuesto ataque procediese de su país.
La reciente escalada de los ataques lanzados desde territorio yemení, que ha incluido secuestros de buques, ha puesto en jaque el comercio mundial en la crucial ruta del mar Rojo y mar Arábigo.
Los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel en estos dos últimos meses y medio, en represalia por el ataque indiscriminado de Israel sobre el territorio palestino de Gaza.
También anunciaron que atacarían a buques con la bandera del Estado judío, propiedad de empresas israelíes o con destino a Israel en el estrecho de Bab al Mandeb, que provocaron que las grandes navieras suspendieran sus operaciones en esa vía marítima.