La investigación de accidentes de trabajo: clave para la prevención y la mejora organizacional

 

Por Alfonso Alejandro Adrianza Fuenmayor
Ciudadanía RD Media

La investigación de accidentes de trabajo: clave para la prevención y la mejora organizacional
Senior Manager en Salud Ocupacional – Docente – Defensor de Derechos Humanos,Especialista en Salud Ocupacional – Director General de la Investigación Regional Instituto de Ciencias Avanzadas de Veracruz – México.

La seguridad y la salud en el trabajo constituyen pilares fundamentales para garantizar la sostenibilidad de cualquier organización. Más allá del cumplimiento normativo, la gestión preventiva refleja el grado de compromiso de una empresa con el bienestar de su personal, su productividad y su reputación.

En este contexto, la investigación de accidentes e incidentes laborales se presenta como una herramienta estratégica. No se trata únicamente de documentar hechos pasados, sino de identificar causas raíz, implementar medidas correctivas y fortalecer la cultura de prevención. En palabras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2017), investigar un accidente significa reconocer que toda ocurrencia es una oportunidad de aprendizaje organizacional.

¿Qué accidentes deben investigarse?

La OIT establece que la investigación no debe limitarse a accidentes mortales o de consecuencias graves. También resulta crucial en:

  • Lesiones menores repetitivas, pues constituyen alertas tempranas de riesgos mayores.
  • Eventos con características especiales, definidos por agentes internos o externos de seguridad.
  • Incidentes sin lesión, que si bien no generan consecuencias inmediatas, evidencian fallos potencialmente críticos en el sistema de gestión.

Este enfoque integral evita que los riesgos se subestimen y promueve una visión preventiva y no reactiva.

Factores que originan los accidentes

La experiencia práctica demuestra que los accidentes rara vez obedecen a una sola causa. Por el contrario, responden a la interacción de distintos factores:

  1. Humanos – Falta de atención, capacitación insuficiente o decisiones equivocadas en momentos críticos.
  2. Ambientales – Condiciones inseguras como maquinaria defectuosa, iluminación inadecuada o exposición a sustancias peligrosas.
  3. Organizacionales – Ausencia de procedimientos claros, deficiencias en la supervisión y culturas empresariales que no priorizan la seguridad.

Reconocer estas categorías facilita la aplicación de metodologías de análisis como el método de los Cinco Porqués, el árbol lógico de fallos o el diagrama de Ishikawa (espina de pez).

Etapas de una investigación eficaz

La Guía para la Investigación de Accidentes de Trabajo en la Empresa (León García-Izquierdo, Zuazua Vega y Menéndez, 2021) plantea un proceso estructurado en fases, que aporta orden y rigor metodológico:

  1. Fase 0. Actuación inmediata – Garantizar la atención médica, la protección del lugar y la comunicación inicial.
  2. Fase 1. Preparar la investigación – Definir el tipo de accidente, los objetivos y el equipo responsable.
  3. Fase 2. Recogida de información – Incluir entrevistas, análisis del lugar y revisión documental.
  4. Fase 3. Organización de datos – Orden cronológico de hechos e identificación de factores clave.
  5. Fase 4. Comunicación del accidente – Elaborar un informe claro, comprensible y útil para la toma de decisiones.
  6. Fase 5. Intervenciones posteriores – Implementar acciones correctivas y dar seguimiento a su eficacia.

Este esquema permite que la investigación trascienda la formalidad y se convierta en un motor de mejora continua.

El valor estratégico de investigar

La investigación de accidentes no debe verse como una carga administrativa, sino como una inversión en la sostenibilidad de la empresa. Diversos estudios demuestran que las organizaciones que destinan recursos a la investigación y a la capacitación reducen significativamente su tasa de incidentes.

En México, país donde la industrialización convive con sectores de alta vulnerabilidad laboral, la investigación de accidentes adquiere un matiz social: proteger vidas en un entorno de creciente competitividad y riesgos emergentes.

Además, la transparencia en la gestión de la seguridad fortalece la confianza de trabajadores, clientes y autoridades, reforzando el capital reputacional de la empresa.

Conclusiones

Investigar un accidente de trabajo es mucho más que reconstruir un hecho: es comprender las raíces de un problema, aprender de la experiencia y evitar que se repita. En la medida en que las organizaciones integren este proceso como parte de su cultura, no solo estarán cumpliendo con la normativa vigente, sino que estarán apostando por un entorno laboral más humano, productivo y seguro.

La verdadera madurez en seguridad y salud ocupacional se alcanza cuando la investigación se convierte en un hábito, y no en una respuesta aislada ante la ocurrencia de un evento.

Bibliografía

  • León García-Izquierdo A, Zuazua Vega M, Menéndez Sebastián P. Guía para la investigación de accidentes de trabajo en la empresa. Oviedo: Ediciones Universidad de Oviedo; 2021.
  • Organización Internacional del Trabajo (OIT). Directrices sobre sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo. Ginebra: OIT; 2017.

 

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Author: CRDMedia

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