Por Redacción
CRDmedia
La designación del embajador plenipotenciario de Estados Unidos en la República Dominicana ha generado diversas reacciones en el ámbito político y social del país. Algunos ven en esta figura una oportunidad para fortalecer las relaciones bilaterales y mejorar el desempeño de las instituciones públicas, mientras que otros la ven con suspicacia debido al largo periodo que tenemos sin la presencia de un embajador estadounidense en el país, ya que solo había un representante de negocios en suelo dominicano.
Desde nuestro medio de comunicación, consideramos que la presencia del embajador Juan Carlos Iterrugui, de raíces puertorriqueñas, es beneficiosa para la República Dominicana, ya que esta contribuirá a fortalecer los principios de igualdad, el respeto a los Derechos Humanos, la cooperación y no intervención que rigen el derecho internacional. No se trata de someterse al dictado de un actor externo, sino de aprovechar su experiencia y apoyo para avanzar en el desarrollo económico, social y político de nuestro país.
Esperamos que el embajador Iterrugui, en su accionar, promueva mayor coherencia en el ejercicio de la función pública, empezando por la justicia, ya que en ella, en varios casos de corrupción, se ha violado el debido proceso a un número de imputados, cuyos casos pudieran caerse por la violación de sus derechos fundamentales. La presencia de dicho embajador debe contribuir a evaluar con mejor tino las acciones de la actual administración en algunos hechos que han disparado las alarmas en toda la sociedad. Es el caso de la renegociación del contrato de Aerodom y el tema del INTRANT, por mencionar dos de los últimos casos en esta administración.
Author: Redacción
Medio digital de comunicación de República Dominicana
