- Luguelin Santos es un legado del atletismo nacional que merece el cuidado y respecto de nuestros gobernantes.
El 2012 es un año inolvidable para el atletismo dominicano. Corresponde a los juegos Olímpicos en la Ciudad de Londres, Inglaterra, donde nuestros atletas, en especial dos, Félix Sánchez y Luguelin Santos, fueron el centro de atención de toda la audiencia que se dio cita en dicho evento y que pudo verlo a través de la televisión y las redes sociales. Consideramos que es casi imposible en un futuro cercano igualar dichas proezas.
Hablamos de las hazañas realizadas por nuestro inmenso Félix Sánchez y el novel atleta para esa época, Luguelin Santos, un desconocido para la afición del atletismo, pero no así para los técnicos, ya que conocían sus condiciones atléticas.
Para ese entonces, Luguelin Santos solo tenía en su haber un triunfo en la élite internacional, lograda en Nueva York en el mes de junio durante la Liga de Diamante.
Luguelin se presentó, en ese mismo año, en los Juegos Olímpicos de Londres y llegó a la final liderando las series en la ronda preliminar y semifinal. Una proeza para su primera participación al más alto nivel.
En la disputa por la medalla de oro se encontraba Kirani James, campeón mundial de Daegu (Corea del Sur), quien se llevó el triunfo con un registro de 43.94 s; detrás de estaba nuestro Luguelin Santos, quien después de un remonte se ubicó en el segundo puesto de la competencia con un tiempo de 44.46 s, superando al trinitense Lalonde Gordon y el experimentado Chris Brown. Además, logró convertirse en el atleta más joven en subirse al podio en los 400 m en una justa olímpica.
Recuerdo que, en ese momento vimos la hazaña de Santos desde un televisor en el área laboral. Al terminar la competición, me dirigí al baño a lavarme la cara y disimular unas lágrimas que se habían deslizado a través de las mejillas, las cuales eran una muestra fehaciente de la emoción y orgullo que sentí por lo logrado, y de nuestro Luguelin Santos.
Verlo allí junto a Félix Sánchez, ganarle a atletas del más alto nivel, pertenecientes a naciones que no escatiman esfuerzos para invertir en sus atletas y llevar a sus países tan anheladas medallas y elevar así el orgullo y la identidad de sus pueblos, provocaba que llegase a mi memoria aquella frase mejicana, popularizada por el Presidente Obama, “Yes we can”.
Por supuesto que “Si se puede”.
Se puede cuando hay un Estado que cuida los suyos.
Se puede cuando hay políticas claras y definidas en favor de sus atletas.
Se puede cuando en las direcciones administrativas del Estado, existen funcionarios con un alto sentido de patriotismo, cuyas diferencias personales no la traducen en retaliaciones hacia nuestros legados deportivos, hacia nuestros atletas.
Claro que “Si se puede”. Se puede cuando al presidente de la República no le tiembla el pulso de dejar en mano de la justicia a aquellos funcionarios que no han sabido interpretar el cambio, como es el caso de la Lotería Nacional.
“Si Se puede”, cuando dejamos a un lado los calores partidarios y solo vemos los colores de la bandera nacional y hacemos un gobierno para TODOS.
Se requiere una respuesta contundente al caso de nuestro Luguelin Santos en torno a su manutención y las facilidades qué la máxima autoridad del deporte debe darle en este momento.
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