Por Patricia Paulino Cuello, MA
Especialista en operaciones inmobiliarias, Asesora corporativa de PYMES
Líder de la empresa EdocumentRD
A medida que avanza la tecnología avanzan con ellas las múltiples formas de defraudación y estafa y el ámbito de las inversiones inmobiliarias no escapa a esa lamentable realidad. Sin embargo, son varias las medidas que podemos tomar para mitigar los riesgos de estafa al momento de realizar un negocio inmobiliario sea desde la perspectiva del comprador como desde la perspectiva del vendedor, éste último en quien pocas veces nos enfocamos, pero que definitivamente muy a menudo es víctima principalmente de blanqueo de divisas.
Justamente enfocándonos en el aspecto de la prevención de lavado de activos, tanto compradores como vendedores deben agotar lo que yo llamo el esquema de blindaje de compra o venta de un inmueble, consistente en una debida diligencia contundente que no deje ningún espacio a la estafa: a) Investigación societaria de la solicitud de certificación de estado jurídico del inmueble emitida por el Registro de Títulos correspondiente a la ubicación del inmueble a adquirir. b) Exhaustiva investigación catastral, este análisis técnico te garantizará que los planos catastrales del inmueble se correspondan con la ubicación física o georreferencial. c) Certificación de que el pago de impuestos correspondientes a ese inmueble está al día, dicho documento lo emite la DGII. d) Inspección de proveniencia legítima de fondos para la compra; usted se preguntará ¿cómo investigo esto? Debería investigar el perfil en las principales listas restrictivas tanto nacionales como internacionales y hacerse de informaciones tales como las fuentes de ingreso monetario del perfil, su quehacer profesional o generador de ingresos, entre otros.
Ciertamente la labor previa a la ejecución de un negocio inmobiliario es ardua, pero definitivamente necesaria y pertinente para evitar estafas, procesos judiciales y pérdidas económicas. Siempre recomendamos la asesoría y acompañamiento de profesionales expertos que garanticen la mitigación de riesgos. Altamente recomendamos el uso de herramientas tecnológicas que ya tengan integradas matrices de riesgos enlazadas a las principales listas restrictivas en materia de prevención de lavado de activos y que además cuenten con el análisis técnico correspondiente.