Por Diomeira Almonte Rosa
Ciudadanía RD Media

En estos tiempos con mucha impotencia y tristeza resuenan hechos violentos que impactan y aturden a toda la nación, sin embargo, en sus distintas formas se encuentra enmascarada en apariencias felices y funcionales lo que le he llamado Violencia Silenciosa.
La violencia es el uso intencional de la fuerza o el abuso de poder para dominar a alguien o imponer algo. Si a esto le agregamos los daños emocionales, físicos, psicológicos, familiares, patrimoniales estamos entonces hablando de una situación que afecta de manera integral la normalidad humana en todas sus formas.
Es tiempo de reflexionar y seguir aunando esfuerzos por implentar políticas educativas integrales que nos permita educar sobre la base del respeto, la igualdad.
Que el estado garantice el cumplimiento de los derechos de todos los seres humanos y que sea confiable denunciar y que esta decisión no le cueste la vida.
Hemos acuñado el término violencia solo a las mujeres, aunque las estadísticas tienen toda la razón y es impresionante la presencia de esta en los hogares dominicanos.
Sin embargo, debemos destacar las conquistas que hemos obtenido, la posición humana que por derecho fundamental nos corresponde y el rol que jugamos en estos tiempos.
Las mujeres debemos seguir formándonos, capacitándonos, empoderarnos, trabajando duro para que nuestros derechos, no por ser mujer, si no por ser humanas se cumplan y la violencia y el maltrato disminuya a su mínima expresión.
La violencia es una interpretación de poder que se ejerce de forma brutal contra otro ser humano, en este caso contra la mujer, donde se vulnera la integridad y el irrespeto cobra vida.
La “Violencia Silenciosa” nos sigue arropando dando paso a que las mujeres tengan que sobrevivir al encierro, al abuso, al temor del que dirán, a las humillaciones, a los golpes todo por mantenerse a salvo junto a los suyos.
La violencia va más a allá de golpes físicos que se muestran en el rostro o en cualquier parte del cuerpo, no se trata de que tu permites que eso pase, no se trata de que esa fue la vida que elegiste, no se trata de que como voy a sobrevivir. La violencia es ese ciclo mortal que se disfraza de halagos, de tormentosa felicidad y al final te arropa de tal forma, que es hasta que reconoces que vives en ella, es imposible enfrentar y no callar más.
Mujer mírate al espejo y sin eres víctima de cualquier forma de violencia, te invito a que te levante y busques ayuda. ¡El silencio no es un buen aliado!
No se trata de ser mejor ni estar por encima de ningún otro ser humano, se trata de que seamos iguales y equitativos en nuestros derechos.
¡Mujer la vida te pertenece, no permitas que el silencio se apropie de ella!
¡Ni una Menos!