LAS ANTIGUAS BOTAS MARRÓNES PRONTO DESFILARAN DE NUEVO

Por:Lic. Antonio J. Cintron III Coronel ERD (MA)
Ciudadania RD Media

Diplomático y Militar

Hace muchas guerras, antes de la guerra del Golfo Pérsico y que los generales del Pentágono planearan armas láser y vigas de partículas, las botas de infantería eran marrones.

Aquellas botas marrones, que tantos recuerdos traen a nuestros antiguos héroes, de aquí en la República Dominicana como en Estados Unidos fueron eliminadas por el Pentágono a finales de 1950, y el ejército dominicano hizo la transición dos años más tarde haciendo de esa manera que el ejército moderno se volviera más verde. Entonces se introdujeron botas negras brillantes, y el último de los soldados con botas marrones que conozco sonríe y recuerda que sus sucesores “se asemejaban a bailarines de donde Eliza en la parte alta de la ciudad  más que a soldados”. (1) 2do Tte. Amelio Rodríguez D Oleo, E.N. Artillería

Hacia Fort Benning

Mientras Washington oficialmente se ajustaba a nuevas propuestas de investigación para armas de calibre mejorado y la sustitución del fusil M-16, el Pentágono comenzaba a probar una invención de guerra mucho más mundana y probada, no solamente por los estadounidenses en Corea, y en el resto del Pacífico sino antes por los alemanes de la Wehrmacht,  en Europa. Entonces llegan “las nuevas botas de combate marrones”. Cosa chocante con el brillo de nuestras mimadas botas negras de los años 60, 70, 80 y principios de los 90 que aún hoy, gobiernan los pies de los soldados dominicanos pese a las ventajas que la tecnología y la ciencia nos ofrecen con las nuevas marrones

Las primeras 400 parejas de las nuevas botas marrones experimentales del Ejército de los Estados Unidos de América fueron emitidas, pulidas, atadas, pulidas, estampadas, pulidas, vestidas, rasgadas y repulidas en Fort Benning, la casa de la infantería en Georgia, donde la arcilla  húmeda de la primavera ha sido durante mucho tiempo la prueba definitiva de la marcha forzada, en donde cuando se calzaban las negras (tanquetas o panameñas) estas se pintaban de un color marrón oscuro el cual había que lavar, secar muy bien, luego pulir y después brillar para poder ser utilizadas de nuevo. Algunos soldados tenían más de un par y hasta 3 pares para poder estar listo al día siguiente si alguna de sus botas no ha secado bien.

Al mismo tiempo, otros 200 pares de las nuevas botas se entregaron a los reclutas en la base  de los Marines en San Diego CA. Una tercera parte de este experimento de “tiempo de desgaste” involucró a “Aberdeen Proving Ground” en Maryland, donde 100 pares de botas fueron sistemáticamente despedazados y medidos en cursos de obstáculos peatonales por “ingenieros humanos”.

En las pruebas se estudiaron cuatro candidatos diferentes de botas, ya que el Pentágono busco un nuevo modelo que, además de ser marrón, idealmente será más cómodo y más resistente al agua y al fuego, y permitirá ser vestida más rápido. Los planificadores del ejército dicen que esta última especificación implica varias posibilidades, incluyendo hoyos de cordón más grandes y hasta sujetadores de ganchos tipo patín.

La competencia del nuevo calzado no tenia la fascinación de las pruebas del avión F-35, o del sistema de escudos de misiles. Pero el Pentágono informó que tres compañías diferentes se presentaron con ideas novedosas tales como tacones reemplazables y otras raras novedades.

El ganador fue adjudicado a finales de otoño de 1991 y llegaron las dificultades: el Pentágono, que tenía un suministro de 32 meses de botas negras en stock, tuvo que extender las pruebas para decidir si había suficientes ventajas para justificar un cambio a gran escala. Pensando por supuesto en los veteranos del conglomerado de limpia-botas del complejo militar-industrial. Y tomando en cuenta que las botas marrones no hay que darle mucho mantenimiento ni sacarle brillo y cuando se llenan de lodo solo hay que ponerlas bajo un chorro de agua y se secan relativamente rápido poniéndolas en lugar seco y si  se pueden poner al sol, en pocos minutos ya están listas para la acción de nuevo.

El propósito básico del ejército al cambiar el color era lograr un tono más camuflado de calzado para su uso en el campo de batalla. (Botas marrón-lodo….lodo color tierra mojada….el color del lodo no es negro….JESÚS el lodo es marrón bieeeen hemos descubierto el agua tibia), Pero una segunda ventaja es que las botas marrones, emiten una “firma infrarroja menos significativa” a los detectores electrónicos del enemigo que las brillantes botas negras. Las cuales también ayudan al enemigo con visores nocturnos. El Pentágono no dudó entonces en crear un espectro de furtividad para la infantería.

Otras ventajas

Si se utilizan los calcetines recomendados es muy difícil que se produzcan ampollas, solo hay que comprobar que las botas están bien colocadas.

Estas botas de combate están hechas de materiales resistentes al agua. Se pueden humedecer debido a la transpiración excesiva o al agua que llega por encima de la bota o por los ojales de drenaje. Si estas se mojan, con solo cambiar los calcetines se pueden seguir usando. Las botas se secan rápidamente cuando se usan que si se dejan en reposo y se secan. No es necesario exponer las botas al calor excesivo para secarlas, incluyendo secadores de pelo, ventiladores de calefacción, estufas, o al sol, como había que hacer con las antiguas botas negras.

Estas botas están diseñadas para el máximo rendimiento en un entorno de campo. No hay que aplicar pulido, cremas, líquidos, ni jabón, ni nada parecido.

Además, están diseñadas para ser fáciles de cuidar. Los paneles laterales de cuartos de nylon de estas botas son mas fuertes que el cuero y durarán mucho si se cuidan correctamente. Para limpiarlas, solo hay que cepillarlas con un cepillo de cerdas de nylon rígido y luego echarle agua tibia (o natural), vienen con una suela de goma reemplazable que no requiere de ningún mantenimiento.

El calzado de edición tradicional funciona bien en la arena, el asfalto y el calor, pero se queda corto en condiciones húmedas, lo que puede conducir a pie de atleta y adquirir hongos y otras enfermedades que dañarían la efectividad de los combatientes. Aparte de que los soldados dominicanos deben tener en los bolsillos y en su presupuesto mensual cerca de $ 850.00 pesos para pagar por la limpieza y brillado especializado, que necesitan las tradicionales botas negras, de las cuales algunos como Manuel G., no se quieren desprender de ellas. Será tal vez por la ayuda social que así prestan a los limpiabotas extranjeros que patrullan por nuestras calles y campamentos.

Están diseñadas para evitar algunos obstáculos, mediante la incorporación de características que incluyen un talón bajo para evitar los inconvenientes y capas de tela balísticas bajo los pies de los soldados. Además, cuentan con orificios de drenaje adicionales y un inserto también para el drenaje de agua. Cordones de velocidad para poner y quitar más rápido y despegar de las botas. También contiene un revestimiento que le ayuda a respirar y secarse más rápido, además de que se ha puesto mucho interés en lograr menos peso y más comodidad de acuerdo con el Ejército de los EE.UU.

El uso de las nuevas botas aún no ha sido introducido formalmente en el Ejército de la República Dominicana, aunque estas se usan especialmente por algunos soldados no así por los oficiales, pero la Fuerza Aérea de República Dominicana y la Armada, tienen ya más de una década dándole uso muy satisfactoriamente y muy contentos hablan de su comodidad, economía, duración y  ventajas de uso.

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Author: CRDMedia

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