
Los Ángeles (EFE).- Los Óscar celebran su 95ª edición en el Teatro Dolby de Los Ángeles con la famosa bofetada de Will Smith a Chris Rock del año pasado todavía viva en el recuerdo. El cómico Jimmy Kimmel vuelve a ejercer como maestro de ceremonias -ya asumió esta función en las entregas de 2017 y 2018- y amenizará unos premios que se dividen en 23 categorías en total.
Como novedad, por primera vez en más de sesenta años las estrellas invitadas a la gala desfilan por una alfombra de color champán, y no rojo, antes de acceder al Teatro Dolby.