Por Redaccion
CRDMedia
La noticia dada por el Ministerio de Defensa ruso sobre la toma y control total de la ciudad portuaria de Mariúpol parecen definitivas.
Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y las milicias de la república popular de Donetsk han tomado a Mariúpol, según anunciaron en el día de ayer.
Se dijo que para hacerse con el control y victoria final de dicha ciudad eliminaron alrededor de 4000 soldados ucranianos que se resistieron a deponer sus armas ante el invasor. Soldados que ya habían advertido sobre su incapacidad para mantener el nivel de fuego necesario debido a la falta de municiones que tenían.
Fueron tomados como rehenes más de mil soldados. En palabras de Shoigú, “en el curso de la liberación de la ciudad, más de 4.000 fueron aniquilados, 1.478 se entregaron prisioneros”.
Aún queda un reducido grupo de soldados en la fábrica metalúrgica de Azovstal. Alrededor de 2.000 efectivos ucranianos y se necesitarán tres o cuatro días, según las fuerzas rusas, para terminar el trabajo, o sea, aniquilarlos.
Para el Kremlin esta ciudad es de suma importancia por varias razones:
1. Eleva la moral de sus tropas, las cuales han venido sufriendo innumerables derrotas que los han hecho retroceder y abandonar varias ciudades importantes de Ucrania,
2. Se hacen con el control de la ciudad más industrializadas de Ucrania, la cual posee una rica herencia cultural y tecnológica,
3. Control del Mar Muerto, lo que le permitiría tener un puerto más para desembarcar armas y continuar con la apropiación de territorio ucraniano, y
4. Que entendemos que es bastante significativo, ya que allí se encuentra una gran representación del Batallón Azov, el destacamento de operaciones especiales «Azov», lo mejor de lo mejor de las fuerzas ucranianas, y al parecer el Kremlin quiere enviar un mensaje contundente y devastador a las mismas para desmoralizarlas.
El Dictador Vladimir Putín no dejará pasar la oportunidad de masacrarlos a todos. Es por esto que ha evadido toda negociación de paz en dicha ciudad ya que, al parecer en esta planta metalúrgica se encuentra una cantidad considerable de sus miembros.
Lo evidente de todo esto es que no abrá tregua.
El Alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, ha denunciado las enormes fosas comunes que han hecho el ejercito ruso, donde entre 3000 y 9000 cadáveres llacen en las mismas.
La masacre no parará por parte del invasor hasta reducir a cenizas la planta metalúrgica de Azovstal y aniquilar todo lo que queda de ese cuerpo de Operaciones Especiales llamado Batallón Azov.
En las redes se puede ver un video donde un subcomandante del regimiento ucraniano Azov, el teniente Kalyna Svyatoslav Palamar es liquidado por las fuerzas especiales de la RPD, mientras este ya no ofrecia ningún peligro para sus captores, lo que convierte esta acción en un crimen de guerra de acuerdo a las leyes vigente en materia de guerra.
Mientras tanto, el vecino contempla como otro mas fuerte y poderoso del vecindario entra a la casa del de al lado, más débil, y con menos recursos, y este se apropia de sus ajuares, viola a su mujer e hijas y asesina a sus hijos. Mienstras este solo se limita a llamar a una policía cuyo sargento de guardia solo le toma su declaración de dichos actos de violencia y le promete que desde que haya disponible una patrulla la enviara allí para que haga una evaluación de lo ocurrido.
A ese nuevo comportamiento en materia de derecho internacional es que las potencias con cultura democrática que viven en un Estado de deberes y derechos civiles es que arribamos.
Es la nueva politica internacional que nos rige, ya que lo comercial es lo que traza el orden de las cosas, la cual nos indica, si es o no es conveniente intervenir ante semajante agresion.
Ya no prima la caridad ni la compasion hacia los demas, y mucho menos, la altives para no permitir semejantes abusos ante nosotros.
Sean todos bienvenidos a este nuevo escenario u Orden Mundial, y brindemos ya que, Mariúpol ha caído.
Author: Redacción
CRDMedia es un medio digital de comunicación en República Dominicana, comprometido con la defensa de los derechos de los ciudadanos.