Para muchos, la capacidad de ser madre, es casi una condición sine qua non para describirse y asumirse como mujer, es decir, se cree que para ser una mujer completa debes tener hijos. Así lo expresa la psicóloga clínica, Heidy Camilo Hilario, agregando que sin embargo, muchas mujeres, por situaciones médicas, no pueden concebir y esto las lleva a invertir fuertes sumas de dinero para garantizar su linaje genético y completar así un sueño de vida.
“Este proceso de marentar a través de otros métodos, trae angustia y dudas existenciales, pues algunos métodos implican que el bebé no contenga la información genética de uno de su progenitores, es decir, mujeres que no producen óvulos tienen que recibir una ovodonación para concebir.
En este procedimiento la madre gestante y su pareja eligen un óvulo con los rasgos similares a la mujer, se hace una inseminación con el esperma de la pareja y este óvulo, ese producto se implanta en la mujer”.
Agrega que muchas mujeres viven este proceso con una mezcla de alegría y tristeza, pues por un lado sienten al bebé, pero saben que genéticamente no tiene esa sensación de “mi hija, mi hijo”, por lo que en estos casos es vital ir a terapia, pues se debe trabajar el apego seguro a esa criatura, e incluso se debe trabajar el duelo por la maternidad biológica.
Vientre de alquiler
En otros casos, algunas mujeres por problemas médicos o de temas de edad, deben optar por “vientre de alquiler”, es decir, se toma el óvulo de la mujer y el esperma del hombre y se coloca ese huevo en el vientre de otra mujer.
Camilo Hilario explica: “Este proceso de gestación se realiza con un contrato de ambas partes, al momento del parto, el bebé es entregado a la madre biológica. Esto también entra dentro de muchos dilemas éticos, entre ellos, mujeres que eligen no pasar por el proceso del embarazo (subir de peso, los malestares, no perder la figura, no dejar de trabajar entre otros) pagan por ser madres”.
La profesional del Centro Vida y Familia, recuenta el caso reciente de actriz española, Ana Obregón, que a los 62 años es madre de su nieta. Su hijo murió hace tres años y dejó espermas congelados. Este año ella decidió alquilar un vientre y utilizar el esperma de su hijo para ella ser madre. Esto cuestionó y presentó la pregunta: ¿madre a cualquier precio? “Se deben establecer límites legales y éticos sobre el uso de este procedimiento”, entiende la especialista.
Ejemplifica que de manera más tradicional se utiliza la adopción para ser madre, muchas parejas que inclusive ya tienen hijos biológicos también optan por adoptar niños/as para ampliar el número de hijos dentro de la familia, esta adopción se hace o través de una agencia de adopción, o se adopta al hijo de un miembro de la familia de origen de uno de los conyugues. A estos hijos se les llama “hijos del corazón”.
Cambios
“También tenemos los casos de otras mujeres que quieren ser madres, pero no tienen pareja, deciden optar por una inseminación artificial o embarazarse de alguien que no les interesa como pareja, y es bueno que se sepa que, el paso del tiempo tiene un costo en la capacidad y riesgos de embarazos en la mujer. Por eso algunas optando por una estrategia poco convencional para lograr su sueño de ser madres”, dice la psicóloga.