La Federación Internacional de Trabajadoras Domésticas/hogar FITH/IDWF en representación a las trabajadoras y los trabajadores domésticos/hogar de la Rep. Dominicana demandamos mejores condiciones de trabajo para el sector en el país. Aplicando el Convenio 189 de la OIT ratificado desde el 2013.
La Asociación de Trabajadoras del Hogar (ATH-CNUS), Sindicato Nacional de
Trabajadoras Domésticas (SINTRADOMES-CASC), Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar (UNFETRAH-FENAMUTRA) y la Federación Internacional de Trabajadoras Domésticas/hogar FITH/IDWF en representación a las trabajadoras y los trabajadores domésticos/hogar de la Rep. Dominicana demandamos mejores condiciones de trabajo para el sector en el país. Aplicando el Convenio 189 de la OIT ratificado desde el 2013.
En nuestro país las personas dedicadas al trabajo doméstico somos más 265,667.000 mil (ENIGH 2015) trabajadoras/es del hogar, de las cuales el 96.6 % son mujeres y el 3.4% son hombres, donde en su mayoría ejercemos como jefas de hogares viviendo en condiciones de extrema pobreza.
Realizamos nuestro trabajo bajo altos riesgos y vulnerabilidades, expuestas a abusos, acosos, violencia y también de nuestros derechos humanos y laborales; ello se debe a una baja protección por el incumplimiento de las leyes laborales, malas condiciones del empleo, baja remuneración y largas horas de trabajo.
A pesar de estas condiciones el trabajo doméstico remunerado aporta mucho a la economía nacional. Con nuestro trabajo aportamos a que las personas de los hogares en los que laboramos puedan salir a otros espacios de producción de riquezas y bienestar. Con este aporte suplimos la deficiencia del Estado en materia de políticas públicas y servicios sociales tales como estancias infantiles, geriatría, atención a personas con discapacidad y
seguridad del hogar.
También aportamos participando en el empleo remunerado del país, reduciendo así la tasa de desempleo. Aunque nuestros ingresos no están contabilizados por no poder acceder a la seguridad social (representamos según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2007) el 5.6 % PEA población económicamente activa), intentando llevar el sustento a nuestra familia y luchando por salir del círculo vicioso de la pobreza.
La misma Constitución Dominicana reconoce que el trabajo del hogar es una actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social, por lo que se incorporará en la formulación de las políticas públicas y sociales (art. 55 inciso 11).
La principal causa de la ausencia de condiciones laborales justas y la precariedad del trabajo doméstico es la situación de desventaja de las y los trabajadores del sector frente a la protección de los derechos laborales fundamentales del resto de trabajadores. Es lamentable que el Código Laboral Dominicano establezca un régimen especial para los/as
trabajadores/as domésticos/as que en vez de proteger lo que hace es despojarnos de derechos fundamentales.
Esto a pesar de que en su Principio I del Código de trabajo de la Rep. Dominicana establece que el trabajo es una función social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado. Este debe velar porque las normas del derecho de trabajo se sujeten a sus fines esenciales, que son el bienestar humano y la justicia social. El Código de Trabajo sólo reconoce a las personas trabajadoras en empleo doméstico derechos de vacaciones, descanso semanal y salario de navidad. Pero no regula la jornada laboral, no establece salario mínimo, se permite el pago en especie hasta un 50%, no garantiza la seguridad social y no reconoce el derecho a indemnización por ruptura injustificada del contrato, tampoco reconoce el derecho a la protección por la maternidad al igual que las demás trabajadoras.
Por todo ello, los sindicatos organizados demandamos la aplicación del Convenio 189 de la OIT. El Convenio procura la garantía de que las trabajadoras y los trabajadores domésticos tengan el establecimiento de jornadas de trabajo, descanso semanal, informaciones claras sobre las condiciones de empleo, seguridad social y respeto a los derechos laborales básicos e igualdad de oportunidades para Las / los trabajadoras/es del
hogar. Básicamente los derechos que reclamamos para el sector son los mismos que la Constitución ya reconoce (como el derecho de la seguridad social, el derechos a la igualdad y no discriminación); y que el Código de Trabajo protege en el resto de trabajadores (derechos fundamentales de trabajo). No pedimos una revolución, ni conquistas inalcanzables, la aplicación efectiva del Convenio 189 y su recomendación 201 reconoce
derechos y principios básicos para las trabajadoras y los trabajadores.
Esto no puede verse como una amenaza desestabilizadora, al revés, más bien la aplicación de este convenio podría sumarse a la lucha por combatir la pobreza, pues en el sector doméstico están empleadas una gran mayoría mujeres con los menores ingresos y calidad de vida del país.
El Convenio plantea también la necesidad de garantizar a las trabajadoras y los trabajadores del hogar, condiciones no menos favorables que las que se definen en la legislación nacional para los otros grupos de trabajadores. Persiguen también prevenir el abuso, el acoso y la violencia contra las trabajadoras y los trabajadores del hogar; garantizar que tengan acceso a los procedimientos de solución de conflictos, incluidos los tribunales; fomentar la profesionalización de este trabajo a través de formación profesional y crear medidas para reducir la informalidad en este sector, entre otras disposiciones.
Trabajo doméstico: trabajo como ningún otro, derecho como cualquier otro. Las trabajadoras del hogar también contamos.
Elena A. Pérez G
Secretaria General
Asociación de Trabajadoras del Hogar
Marubeni Pérez García
Secretaria General Adjunta
Sindicato nacional de trabajadoras
doméstica SINTRADOMES/CASC
María Cornelia Valdez
Secretaria General
Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar
NFNETRAH/FENAMUTRA
Author: Redacción
Medio digital de comunicación de República Dominicana
