
Jerusalén/Beirut (EFE).- Diversas áreas del sur y el este del Líbano han vuelto a ser objetivo esta madrugada de bombardeos israelíes, como parte de la intensa campaña de ataques que desde el lunes ha causado ya casi 600 muertos y más de 1.800 heridos.
La Agencia Nacional de Noticias (ANN) informó de nuevas acciones aéreas contra más de una decena de puntos en el sur del país, incluida la localidad de Deir al Zahrani, significativamente alejada de la frontera con Israel.
Cazas israelíes bombardearon también numerosas zonas del Valle de la Bekaa, otro bastión del grupo chií Hizbulá en el este del país, y por segunda noche consecutiva se centraron en el distrito de Baalbek.

“Los aviones de combate y drones del enemigo reanudaron sus ataques contra la ciudad de Baalbek y las aldeas del distrito, comenzando desde después de la medianoche hasta las horas del amanecer”, apuntó el medio estatal.
Algunos ataques tuvieron como objetivo zonas más occidentales del Valle de la Bekaa, según la ANN, donde causaron un número indeterminado de víctimas y daños materiales a viviendas, fábricas o almacenes.
Un misil contra la sede del Mosad en Tel Aviv
Mientras en Israel, el Ejército dijo este miércoles haber interceptado un misil tierra-tierra lanzado por Hizbulá contra el centro del país, en lugar de la habitual zona norte, lo que hizo sonar las alarmas en Tel Aviv y áreas próximas.

Según el grupo chií libanés, el objetivo del misil ha sido la sede del servicio de inteligencia israelí Mosad a las afueras de Tel Aviv.
“Los combatientes de la Resistencia Islámica dispararon este miércoles sobre las 6.30 (3.30 GMT) un misil balístico tipo ‘Qader-1’ contra el cuartel general de la comandancia del Mosad en los suburbios de Tel Aviv, responsable del asesinato de líderes”, indicó Hizbulá en un comunicado.
Se trata del primer misil de largo alcance que la milicia proiraní lanza en su historia contra Tel Aviv, informó hoy a los medios el portavoz castrense para la prensa internacional.
El portavoz señaló que el objetivo del ataque era la capital israelí “en general” y puso en duda que estuviera dirigido contra la sede del Mosad, el servicio de inteligencia israelí, como ha reivindicado Hizbulá.
Alrededor de las 6:30 de la mañana hora local, las sirenas antiaéreas sonaron tanto en Tel Aviv como en Netanya y áreas circundantes, aunque según el Ejército israelí no se han registrado heridos ni daños materiales, ni se han dado indicaciones a la población civil.
La oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha informado de que el mandatario mantendrá hoy consultas con las autoridades de seguridad sobre los ataques en el Líbano, antes de viajar mañana a Nueva York para intervenir ante la Asamblea General de la ONU.
Irán advierte: “No subestiméis a Hizbulá”
Desde Teherán, el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, advirtió este miércoles del riesgo de subestimar la capacidad del grupo chií Hizbulá para defender Líbano contra las agresiones que sufre y aseguró que su aliado puede “arrasar” las bases y las colonias de Israel”.
“No hay que subestimar nunca la capacidad de Hizbulá para defender al Líbano de cualquier agresión”, dijo en X el jefe de la diplomacia iraní, quien se encuentre en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU.
Araqchí afirmó que el poder de la milicia libanesa reside en el apoyo popular y en sus propias capacidades.
Además, hizo un llamamiento al mundo árabe e islámico a cumplir con su “deber” y hacer frente a Israel, su acérrimo enemigo.
Horas antes, el presidente iraní Masud Pezeshkian advirtió ante la Asamblea General de la ONU de que los ataques contra el Líbano “no pueden quedar sin respuesta”, y dijo que las consecuencias de lo que suceda recaerán sobre “esos gobiernos que han saboteado todos los esfuerzos para poner fin a esta horrible catástrofe”.
Irán es uno de los principales aliados de Hizbulá, y lidera el llamado Eje de la resistencia, una alianza informal antiisraelí formada además de por el grupo libanés, por los palestinos de Hamás y los hutíes del Yemen, entre otros.