Pese al peor comportamiento que demostraron estos mercados en el primer trimestre, analistas y gestores defienden las oportunidades históricas que ofrecen estos mercados
Cristina Cándido
El Economista
A comienzos de este año analistas y gestores pronosticaban que 2023 podía ser el año de los mercados emergentes, donde el ciclo de endurecimiento monetario estaba más avanzado y se atisbaban signos de que la inflación empezaba a remitir. Pero con el segundo trimestre recién iniciado, los saldos anuales que ofrecen las bolsas de estos países están lejos de cumplir estas previsiones.
El MSCI Emerging Markets se deja 4 puntos de rentabilidad frente al índice global desde enero, con Brasil anotándose las mayores pérdidas (un 8%) y China repuntando un 6%, pero muy por debajo del 13% del EuroStoxx 50 o el 18% de la tecnología estadounidense tras las expectativas que generó la gran reapertura de su economía.
Pese a este peor rendimiento en términos relativos (sobre todo teniendo en cuenta que no sufrieron el terremoto bancario de los mercados occidentales) lo cierto es que los expertos no desisten en su optimismo sobre la renta variable de los países en desarrollo. “Con unos tipos reales positivos y una inflación moderada o a la baja, en nuestra opinión las perspectivas de apoyo a la política monetaria en los mercados emergentes son sólidas”, afirma Daire Dunne, gestor de carteras temáticas en Wellington Management.
Las valoraciones apoyan esta convicción. Frente a Wall Street, que prácticamente se ha comido el descuento que ofrecía por PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) frente a la media desde 2013 y cotiza con prima respecto a los últimos 20 años o la rebaja del 9% de la bolsa europea desde 2003, los múltiplos a los que cotizan China o Brasil sobre sus medias históricas son más atractivos.
La renta variable china representada en el CSI 300 brinda un potencial del 23% y se compra a un PER de 12,3 veces. Es decir, ofrece un descuento del 8% frente a la media de la última década y del 21% respecto a los últimos 20 años. Si se toma como referencia el Hang Seng, la ratio es menor, de 11,7 veces, y el descuento frente a la media de 10 y 20 años es del 17%.
“El actual entorno de aversión al riesgo hasta marzo no ha sido propicio para los flujos internacionales de capital. Mientras que el verdadero efecto positivo de la reapertura china de la Política de Covid Cero se vio perturbado por el Año Nuevo chino y la publicación de los resultados financieros anuales de las empresas. Esperamos que los datos acumulados hasta finales de marzo y abril den a los inversores la confianza de que el repunte es sólido y sostenible. Esto atraerá nuevos capitales atraídos por las valoraciones, las perspectivas de crecimiento y a la defensiva frente a los problemas de los mercados occidentales”, explica Warren Hyland, gestor de carteras de mercados emergentes de Muzinich & Co.
Desde el punto de vista macro, las perspectivas son también mejores para China tras el volantazo dado por Pekín a finales de 2022 hacia la política de Covid cero. Según el consenso de Bloomberg, la economía del gigante asiático crecerá por encima del 5% este año (en línea con el objetivo marcado por Xi Jinping para restaurar los niveles de crecimiento previos a la pandemia) y se mantendrá en este entorno los dos siguientes.
“La tasa de crecimiento en China se verá respaldada por los 4,8 billones de dólares de ahorros acumulados por el consumidor chino durante el cierre de Covid y se espera que aumente significativamente en los próximos trimestres. Aunque el riesgo de recesión en EEUU es preocupante, existe un alto grado de confianza en un mayor crecimiento en China, lo que significa que es probable que este país vuelva a ser el motor del crecimiento mundial”, explican Alejandro Arévalo y Reza Karim, gestores del equipo de deuda de mercados emergentes de Jupiter.
Oportunidad pese a la incertidumbre
Mayor ocasión presenta por su multiplicador de beneficios el Bovespa brasileño, pese a que las estimaciones apuntan a una caída del PIB en 2023 desde el 2,9% de 2022. Su principal indicador de bolsa se compra a una ratio de 6,9 veces, un 50% por debajo a como ha cotizado, de media, desde 2013 y un 47% si se tienen en cuenta los últimos veinte años. “Creemos que las valoraciones sitúan al mercado como una propuesta favorable de riesgo-recompensa. Vemos muchas empresas de alta calidad a niveles atractivos, lo que ofrece muchas oportunidades para la selección de valores en el país”, afirma Eduardo Figueiredo, responsable de renta variable brasileña de abrdn.
En opinión de Javier Molina, portavoz de España de eToro, “hay ciertos indicios de mejora y tal vez esa tasa de crecimiento que hasta ahora ha venido recortándose, vemos que se revisa ligeramente al alza al final del segundo trimestre o en el tercer trimestre”. Este experto alude a los paquetes de reformas económicas que pretenden mejorar la competitividad y atraer la inversión. “Estamos pendientes de la demanda de materias primas, especialmente de China, tras su vuelta a la actividad. Si esta demanda empieza a repuntar los próximos meses, la economía brasileña y las empresas van a verse afectadas positivamente”, agrega.
abrdn: “Las valoraciones sitúan a Brasil como una propuesta favorable de riesgo-recompensa”
Pese al atractivo de este mercado por valoración, al que se une un potencial alcista del 35%, la tensión entre el Banco Central do Brasil y el Ejecutivo de Lula a cuenta de los tipos de interés está empañando estas perspectivas. “El mercado de renta variable brasileño se estancó en el primer trimestre debido a las tensiones entre el nuevo gobierno y el banco central por temor a una política fiscal y monetaria descoordinada. Los tipos de interés brasileños son elevados (13,65%), pero la inflación ha caído hasta situarse en torno al 5,6%. A pesar de estos elevados tipos de interés reales, el banco central ha mantenido una postura restrictiva que sugiere que las expectativas de inflación aún no están ancladas”, explica Nick Payne, gestor de inversiones de renta variable global de emergentes de Jupiter AM.
También comparten la visión de que la inflación en Brasil aún no ha tocado techo desde Axa IM. “La baja tasa es engañosa. La desinflación en Brasil no es sólo el resultado de la política monetaria restrictiva, sino también a una exención temporal sobre los impuestos de los combustibles que expira este mes. Por tanto, la inflación debería repuntar en los próximos meses, limitando la capacidad del banco central para recortar los tipos en los próximos meses”, justifican los economistas macro de la firma.
Una postura restrictiva que ha enfurecido a un Gobierno que desea que los tipos bajen para favorecer el crecimiento económico. “Los inversores también están preocupados por el compromiso del gobierno de Lula con la disciplina fiscal, temiendo un aumento del gasto que llevaría a los bancos centrales a mantener los tipos de interés bajos durante más tiempo”, añade Payne.
Por el contrario, no ofrece una ocasión histórica India, donde hoy se paga por el Sensex un PER de 19,5 veces, lo que supone una rebaja del 4,8% frente a la media de la última década pero una prima del 2,7% si se toman como referencia las dos últimas décadas.
A comienzos de este año analistas y gestores pronosticaban que 2023 podía ser el año de los mercados emergentes, donde el ciclo de endurecimiento monetario estaba más avanzado y se atisbaban signos de que la inflación empezaba a remitir. Pero con el segundo trimestre recién iniciado, los saldos anuales que ofrecen las bolsas de estos países están lejos de cumplir estas previsiones.
El MSCI Emerging Markets se deja 4 puntos de rentabilidad frente al índice global desde enero, con Brasil anotándose las mayores pérdidas (un 8%) y China repuntando un 6%, pero muy por debajo del 13% del EuroStoxx 50 o el 18% de la tecnología estadounidense tras las expectativas que generó la gran reapertura de su economía.
Pese a este peor rendimiento en términos relativos (sobre todo teniendo en cuenta que no sufrieron el terremoto bancario de los mercados occidentales) lo cierto es que los expertos no desisten en su optimismo sobre la renta variable de los países en desarrollo. “Con unos tipos reales positivos y una inflación moderada o a la baja, en nuestra opinión las perspectivas de apoyo a la política monetaria en los mercados emergentes son sólidas”, afirma Daire Dunne, gestor de carteras temáticas en Wellington Management.
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Las valoraciones apoyan esta convicción. Frente a Wall Street, que prácticamente se ha comido el descuento que ofrecía por PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) frente a la media desde 2013 y cotiza con prima respecto a los últimos 20 años o la rebaja del 9% de la bolsa europea desde 2003, los múltiplos a los que cotizan China o Brasil sobre sus medias históricas son más atractivos.
La renta variable china representada en el CSI 300 brinda un potencial del 23% y se compra a un PER de 12,3 veces. Es decir, ofrece un descuento del 8% frente a la media de la última década y del 21% respecto a los últimos 20 años. Si se toma como referencia el Hang Seng, la ratio es menor, de 11,7 veces, y el descuento frente a la media de 10 y 20 años es del 17%.
“El actual entorno de aversión al riesgo hasta marzo no ha sido propicio para los flujos internacionales de capital. Mientras que el verdadero efecto positivo de la reapertura china de la Política de Covid Cero se vio perturbado por el Año Nuevo chino y la publicación de los resultados financieros anuales de las empresas. Esperamos que los datos acumulados hasta finales de marzo y abril den a los inversores la confianza de que el repunte es sólido y sostenible. Esto atraerá nuevos capitales atraídos por las valoraciones, las perspectivas de crecimiento y a la defensiva frente a los problemas de los mercados occidentales”, explica Warren Hyland, gestor de carteras de mercados emergentes de Muzinich & Co.
Desde el punto de vista macro, las perspectivas son también mejores para China tras el volantazo dado por Pekín a finales de 2022 hacia la política de Covid cero. Según el consenso de Bloomberg, la economía del gigante asiático crecerá por encima del 5% este año (en línea con el objetivo marcado por Xi Jinping para restaurar los niveles de crecimiento previos a la pandemia) y se mantendrá en este entorno los dos siguientes.
Jupiter: “Existe un alto grado de confianza en que china vuelva a ser el motor del crecimiento mundial”
“La tasa de crecimiento en China se verá respaldada por los 4,8 billones de dólares de ahorros acumulados por el consumidor chino durante el cierre de Covid y se espera que aumente significativamente en los próximos trimestres. Aunque el riesgo de recesión en EEUU es preocupante, existe un alto grado de confianza en un mayor crecimiento en China, lo que significa que es probable que este país vuelva a ser el motor del crecimiento mundial”, explican Alejandro Arévalo y Reza Karim, gestores del equipo de deuda de mercados emergentes de Jupiter.
Oportunidad pese a la incertidumbre
Mayor ocasión presenta por su multiplicador de beneficios el Bovespa brasileño, pese a que las estimaciones apuntan a una caída del PIB en 2023 desde el 2,9% de 2022. Su principal indicador de bolsa se compra a una ratio de 6,9 veces, un 50% por debajo a como ha cotizado, de media, desde 2013 y un 47% si se tienen en cuenta los últimos veinte años. “Creemos que las valoraciones sitúan al mercado como una propuesta favorable de riesgo-recompensa. Vemos muchas empresas de alta calidad a niveles atractivos, lo que ofrece muchas oportunidades para la selección de valores en el país”, afirma Eduardo Figueiredo, responsable de renta variable brasileña de abrdn.
En opinión de Javier Molina, portavoz de España de eToro, “hay ciertos indicios de mejora y tal vez esa tasa de crecimiento que hasta ahora ha venido recortándose, vemos que se revisa ligeramente al alza al final del segundo trimestre o en el tercer trimestre”. Este experto alude a los paquetes de reformas económicas que pretenden mejorar la competitividad y atraer la inversión. “Estamos pendientes de la demanda de materias primas, especialmente de China, tras su vuelta a la actividad. Si esta demanda empieza a repuntar los próximos meses, la economía brasileña y las empresas van a verse afectadas positivamente”, agrega.
abrdn: “Las valoraciones sitúan a Brasil como una propuesta favorable de riesgo-recompensa”
Pese al atractivo de este mercado por valoración, al que se une un potencial alcista del 35%, la tensión entre el Banco Central do Brasil y el Ejecutivo de Lula a cuenta de los tipos de interés está empañando estas perspectivas. “El mercado de renta variable brasileño se estancó en el primer trimestre debido a las tensiones entre el nuevo gobierno y el banco central por temor a una política fiscal y monetaria descoordinada. Los tipos de interés brasileños son elevados (13,65%), pero la inflación ha caído hasta situarse en torno al 5,6%. A pesar de estos elevados tipos de interés reales, el banco central ha mantenido una postura restrictiva que sugiere que las expectativas de inflación aún no están ancladas”, explica Nick Payne, gestor de inversiones de renta variable global de emergentes de Jupiter AM.
También comparten la visión de que la inflación en Brasil aún no ha tocado techo desde Axa IM. “La baja tasa es engañosa. La desinflación en Brasil no es sólo el resultado de la política monetaria restrictiva, sino también a una exención temporal sobre los impuestos de los combustibles que expira este mes. Por tanto, la inflación debería repuntar en los próximos meses, limitando la capacidad del banco central para recortar los tipos en los próximos meses”, justifican los economistas macro de la firma.
Una postura restrictiva que ha enfurecido a un Gobierno que desea que los tipos bajen para favorecer el crecimiento económico. “Los inversores también están preocupados por el compromiso del gobierno de Lula con la disciplina fiscal, temiendo un aumento del gasto que llevaría a los bancos centrales a mantener los tipos de interés bajos durante más tiempo”, añade Payne.
Por el contrario, no ofrece una ocasión histórica India, donde hoy se paga por el Sensex un PER de 19,5 veces, lo que supone una rebaja del 4,8% frente a la media de la última década pero una prima del 2,7% si se toman como referencia las dos últimas décadas.
Cómo invertir en estos mercados
La manera más fácil para acceder a las bolsas emergentes para el inversor europeo es vía fondos, donde el producto de renta variable china en divisa europea disponible a la venta en España que mejor se comporta en el año es el Fidelity China Focus A-Acc-EUR con más de un 6% en el año. Eso sí, a tres años se logran rentabilidades anualizadas de entre el 5% y el 8%, con datos de Morningstar a 3 de abril. En el caso de los fondos brasileños, ningún vehículo se escapa de los números rojos en 2023. Sin embargo, a tres años se logran rentabilidades anualizadas de entre el 6% y el 20%, entre los que destacan el DWS Invest Brazilian Equities FC5, el JPM Brazil Equity A (acc) EUR y el BNY Mellon Brazil Equity EUR G Acc.