Por Redacción
CRDmedia
El pasado jueves 4 de enero se inauguró oficialmente el Port Cabo Rojo, el primer puerto turístico del Sur de la República Dominicana, con la llegada del crucero Norwegian Pearl, que trajo a bordo más de 2.000 pasajeros. El acto contó con la presencia de autoridades locales y nacionales, así como de representantes de la empresa ITM Group, encargada de la construcción y operación del puerto.
El Port Cabo Rojo, forma parte del plan maestro de desarrollo turístico de Pedernales, una provincia fronteriza con Haití que posee una gran riqueza natural y cultural, pero que ha estado históricamente marginada y olvidada por los diferentes gobiernos. El proyecto busca impulsar la economía de la región, generar empleos, atraer inversiones y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Sin embargo, el puerto también ha generado críticas y controversias, tanto dentro como fuera del país. Algunos sectores han cuestionado la necesidad de inaugurar el puerto antes de que estuviera terminado, lo que ha provocado inconvenientes y deficiencias en la infraestructura y los servicios. Asimismo, se ha denunciado la existencia de conflictos de intereses entre algunos funcionarios públicos y la empresa ITM Group, así como la falta de transparencia y participación en el proceso de concesión y ejecución del puerto.
Además, el puerto ha despertado la preocupación de ambientalistas y organizaciones sociales, que temen que el desarrollo turístico ponga en riesgo el patrimonio natural y cultural de Pedernales, especialmente el Parque Nacional Jaragua, que alberga una de las mayores biodiversidades del Caribe y que fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Por todo esto, el Port Cabo Rojo se presenta como un proyecto turístico con luces y sombras, que requiere de un seguimiento y una evaluación rigurosa, así como de un diálogo y una coordinación entre todos los actores involucrados, para garantizar que el puerto sea una oportunidad de desarrollo sostenible y no una amenaza para el medio ambiente y las comunidades locales fruto de un proselitismo ciego e irresponsable.