
Los índices estadounidenses Dow Jones y S&P500, referentes de las tendencias en los mercados globales, han caído más de un 15% y un 20% respectivamente desde sus máximos históricos en diciembre.
Este viernes cerraron su peor semana desde marzo 2020, cuando inicio la pandemia.
Es común que en las bolsas hayan movimientos a la baja por periodos limitados de tiempo: es lo que llamamos ¨correcciones¨ del mercado.
Pero ahora muchos analistas pronostican la llegada de lo que se conoce como un ¨Bear market¨, mejor conocido en español como un mercado bajista.
Cabe resaltar que existe un ¨bear market¨cuando las acciones en conjunto pierden más del 20% de valor en bolsa respecto a su cota máxima más reciente. Es decir, en ese periodo de tiempo los inversores han vendido mucho más títulos de los que han comprado, reduciendo la capitalización de las compañías que conforman el mercado.
Este desplome de los mercados bursátiles es debido al temor a que una subida de tipos de interés desencadene en una recesión en Europa y Estados Unidos. Además, La inflación, la guerra de Ucrania, los problemas de la economía china han sido sucesos que contribuyeron a la construcción de una cadena negativa para la capitalización y expansión de las empresas.
Para interpretar la señal que nos da un ¨bear market¨ es importante saber que la bolsa es un indicador que anticipa situaciones según la – acertada o equivocada- perspectiva de los inversores. Para la toma de decisión, estos observan el comportamiento de variables que les permiten inferir la salud de la economía (empleo, salarios, inflación y tipo de interés).
Así, un “bear market” suele advertir la llegada de tiempos difíciles con reducciones de la demanda de productos, de la actividad empresarial, del comercio y, en último término, del empleo.
También es más fácil que se produzca un mercado bajista después de un período de crecimiento fuerte en el que se han tocado máximos muy altos.
Es el caso actual: tras los primeros meses de la pandemia, los precios de la mayoría de las acciones se dispararon, especialmente las de las tecnológicas, alcanzando niveles muy superiores a las anteriores alzas de finales de 2019.