
Moscú, (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, rechazó hoy un posible alto el fuego en Ucrania y también descartó una cumbre con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, tras acusarle de apostar por el terrorismo contra objetivos civiles en territorio ruso.
«A día de hoy, en medio de grandes pérdidas, replegándose en todos los sectores del frente, en un intento de amedrentar a Rusia, la cúpula de Kiev ha pasado a organizar atentados terroristas», dijo Putin durante una reunión con el Gobierno transmitida en directo por la televisión.
Descarrilamiento de trenes
El líder ruso aludía al descarrilamiento de dos trenes el pasado fin de semana en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk con siete muertos y más de un centenar de heridos, del que Moscú acusa directamente a Kiev.
Al respecto, subrayó que «la decisión sobre tales crímenes, por supuesto, se tomó en Ucrania a nivel político», en referencia no sólo al Ejército o los servicios secretos, sino al gobierno ucraniano.
«Todos los crímenes que fueron cometidos contra civiles, entre ellos mujeres y niños, en víspera de una nueva ronda de negociaciones de paz propuesta por nosotros en Estambul estaban, sin lugar a dudas, dirigidas a torpedear el proceso negociador. El ataque fue realizado intencionadamente contra la población civil», dijo.
Un Putin enfadado
Un Putin visiblemente enfadado se preguntó de qué puede hablar con alguien (Zelenski), que está interesado en el terrorismo y no en el paz.
«Al mismo tiempo, piden cesar las acciones militares durante 30 o incluso 60 días. Piden una reunión al máximo nivel. ¿Pero cómo celebrar en estas condiciones una reunión como esa? ¿Para hablar de qué? ¿Quién conversa con aquel que apuesta por el terror, con terroristas?», aseveró.
El jefe del Kremlin añadió que una tregua únicamente serviría para que «se atiborre al régimen con armamento occidental, para continuar la movilización forzosa y preparar otros actos terroristas similares a los cometidos en las regiones de Briansk y Kursk».
Tampoco le sorprendió que Zelenski rechazara la propuesta de treguas de dos-tres días en algunas zonas del frente para que ambos bandos recojan sus cadáveres, ya que -adujo- todo lo que desean los dirigentes en Kiev es permanecer en el poder.
«Y el poder para ese régimen, por lo visto, es más importante que la paz y la vida de las personas», resaltó.
«El régimen ilegítimo de Kiev»
Añadió que los últimos ataques ucranianos confirman el temor de Rusia de que «el régimen ilegítimo de Kiev, que usurpó el poder, se convierta gradualmente en una organización terrorista y sus patrocinadores en cómplices de los terroristas».
A su vez, rechazó las críticas de Kiev al nivel del equipo negociador encabezado por su asesor cultural, Vladímir Medinski, que acudió el lunes a Estambul, aduciendo que Zelenski dirige «un régimen totalmente podrido hasta el tuétano por la corrupción».
Memorándum presentado durante las negociaciones
Rusia presentó el lunes a Ucrania un memorándum que le exige reconocer la anexión de cinco regiones, incluida la península de Crimea; renunciar a ingresar en bloques militares; reducir el número de efectivos en su ejército y convocar nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias, en el plazo de cien días después de levantar la ley marcial.
En su memorando, Kiev rechazó las principales demandas del enemigo y, en particular, se negó a aceptar su neutralidad.
En víspera del encuentro, Ucrania lanzó una exitosa operación especial llamada Telaraña que permitió la destrucción de varios bombarderos estratégicos rusos en un ataque con drones contra cinco aeródromos, dos de ellos en Siberia.