En La Semanal, el presidente Luis Abinader sorprendió a muchos con su respuesta evasiva a una pregunta sobre la presencia de tropas estadounidenses en la frontera con Haití. Según dijo, “Ellos no han dado comentarios ni nosotros le pedimos tampoco que nos den informes sobre eso”, fue la respuesta del presidente Abinader a la pregunta en cuestion. ¿Cómo es posible que el mandatario de un país soberano desconozca los motivos y las acciones de una potencia extranjera en su territorio? ¿Qué implicaciones tiene esto para la seguridad y la diplomacia de la República Dominicana?
Es evidente que la situación de Haití es un tema delicado y complejo, que requiere de una coordinación regional e internacional para garantizar la paz y la estabilidad. Sin embargo, eso no significa que se pueda actuar al margen de la legalidad y el respeto a la soberanía de los países vecinos. Si Estados Unidos tiene algún interés o misión en la frontera dominico-haitiana, debe comunicarlo y consensuarlo con el gobierno dominicano, y no actuar de forma unilateral y discreta.
No es la primera vez que Estados Unidos interviene en la región sin el consentimiento o el conocimiento de los gobiernos locales. Recordemos el caso de la invasión de 1965, que frustró el retorno de Juan Bosch al poder y prolongó la dictadura de Balaguer. O el caso de la Operación Power Pack, que supuso el despliegue de más de 20 mil soldados estadounidenses en el país, con el pretexto de evitar una guerra civil. Estos episodios dejaron una huella profunda en la historia y la memoria colectiva de los dominicanos, que no debemos olvidar ni repetir.
Por eso, resulta preocupante que el presidente Abinader no tenga información o no quiera compartirla sobre las tropas estadounidenses en la frontera. ¿Acaso teme las represalias o las presiones de Washington? ¿O acaso está de acuerdo con sus planes y objetivos? Sea cual sea la razón, el pueblo dominicano merece una explicación y una transparencia sobre lo que ocurre en su territorio. No podemos permitir que se vulnere nuestra soberanía ni que se ponga en riesgo nuestra seguridad. Exigimos al presidente Abinader que aclare esta situación y que defienda los intereses y los derechos de la República Dominicana.
Author: Redacción
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