Por Elías Wessin Chávez
En Perú, Pedro Castillo, candidato “socialista” (porque los profesores dialécticos, te dicen que no se le puede decir “comunista”, ya que no hemos llegado hasta ahí, uno de los grandes chantajes de la Guerra Fría).
Había hasta que decirles “demócratas liberales”, como a Fidel Castro antes de subir a Sierra Maestra.
Donde no conseguían sus propósitos, entonces salieron con que una cosa era ser marxista-leninista y otra marxista, apoyado todo en una “sarta” de disquisiciones que ni ellos entienden bien, bajo el argumento absurdo de que el marxismo es una “ciencia”.
Vuelvo con Pedro Castillo, es lo mismo que una revolución armada, pero por otro método: la democracia, que les permite concursar, expresarse líbremente para despotricar al oponente y contar sus “hazañas míticas”; y si llegan al poder se repite la historia de Nicaragua o Venezuela: Poder totalitario “persecula seculorum”.
The End.