
Santo Domingo, RD.–Para estas familias, perder sus pertenencias y visualizar cómo el agua daña los electrodomésticos de sus hogares no es más que un episodio de sus vidas que se repite
“A nosotros solo nos queda estar preparados para en cualquier momento salir corriendo antes de que el río se desborde”, estas son parte de las expresiones de quienes residen en los alrededores del Río Yuca, al relatar el temor que sienten cuando el país es afectado por un fenómeno atmosférico.
Con el arribo de la tormenta Melissa, la comunidad del sector Brisas del Este no tiene otra opción que estar en estado de alerta ante la posible crecida de este cauce situado en Santo Domingo Norte, la cual puede alcanzar hasta más de 10 pies de altura.
Para estas familias, perder sus pertenencias y visualizar cómo el agua daña los electrodomésticos de sus hogares no es más que un episodio de sus vidas que se repite, en ocasiones, cada año.

Residentes en la ribera del río Yuca recogen sus pertenencias ante lluvias por tormenta Melissa
“(Sostenemos con una cuerda) las cosas dentro de la casa, pero a veces muchas cosas se dañan, como la nevera, el colchón…”, dijo exponiendo su tristeza Leoncia Carvajal, al conversar con reporteros de este medio que realizaban ayer un recorrido en la zona.
La única “mano ayuda” que reciben en esos momentos de desesperación, según explicaron, es ser recibidos por sus vecinos, quienes les permiten alojarse hasta que el torrente regrese a su lugar de origen.
“Nosotros salimos hacia arriba a la casa de un vecino porque muchos de nosotros no tenemos dónde más ir…”, dijo Altagracia Luciano, otra integrante de esa vecindad que tiene más de 14 años habitándola.
Es por esta razón que dicen sentirse “solos”, ya que las autoridades gubernamentales no han presentado ninguna acción para protegerlos, a pesar de que manifiestan constantemente sus preocupaciones.
“Esa gente (las autoridades) ni por aquí vienen… por aquí estamos sin padrino, ni madrina”, afirmó Carvajal.
Otra solución pudiera ser trasladarse de manera permanente hacia un espacio más seguro, pero “la falta de recursos económicos” que persiste en esa zona impide que las familias puedan mudarse.
“Es que no tienen dónde más vivir, aquí hay gente que no tiene recursos para pagar otra casa y salir de aquí. Entonces no tienen otra opción de irse cuando el río sube y regresar luego de que baja…”, manifestó Carlos Rosario, un pescador que labora en la zona desde hace más de 20 años.
Para mitigar los efectos de las precipitaciones, padres que viven con infantes, niños y adolescentes han optado por elevar sus hogares, intentando que el desbordamiento no les alcance. No obstante, algunas de estas edificaciones contienen pocas columnas, lo que pudiera ser peligroso para la sostenibilidad de la obra.
Quejas en El Almirante
A pesar de exponer constantemente el estancamiento del agua, aseguran no tener ninguna respuesta de las autoridades gubernamentales y locales.
En El Almirante, sector en Santo Domingo Este (SDE), los residentes también manifestaron a periodistas de este medio las quejas que tienen con la Alcaldía y las instituciones gubernamentales por no resolver las inundaciones que se producen en las calles debido a fallos registrados en los imbornales.
“Eso parece el río Ozama o el mar aquí. Y nadie hace nada. No, no están limpiando. No, nada, nada. Aquí no se hace nada de eso”, dijo Joanna Merán haciendo referencia a la avenida La Pista, la cual se encuentra a tan solo metros de una sede del Cuerpo de Bomberos.
Además de dificultades que provocan el cúmulo de agua en las calles, en El Almirante aseveran estar siendo afectados por fallos en el servicio de electricidad en la zona.
“La luz se fue (el pasado martes), tenemos luz que vino ahorita y se fue después. Es un bombillito de Navidad; es verdad que viene la Navidad, pero no es eso, es que aquí se va la luz…”, lamentó Merán.
