Es considerado el “gran vencedor” de las elecciones de este martes en Estados Unidos. Un Donald Trump 2.0, como le dicen algunos, que podría recuperar nuevamente la Casa Blanca para los republicanos en 2024.
Aunque para ello quizás deba superar primero al propio Trump.
Ron DeSantis, el gobernador de Florida quien saltó a la discusión nacional por su fuerte oposición a los controles impuestos durante la pandemia del coronavirus, fue reelegido este martes por un amplio margen.
El político, que comenzó su carrera en 2012 como representante ante el Congreso, ha logrado consolidar al estado sureño como el segundo bastión republicano más poblado en EE.UU.
Parecería que sus opiniones firmes en temas controversiales, como el género, la enseñanza de temas raciales en las escuelas y el aborto calaron en sus constituyentes, pues se ha reportado que aumentó su base electoral en casi todos los demográficos.
Solo hace cuatro años, DeSantis obtuvo la victoria como gobernador por menos de la mitad de un punto porcentual.
Este martes venció al demócrata Charlie Christ con más de un 59% de los votos frente a un 40,2% y logró aumentar sus electores entre dos grupos que perdió en la pasada elección: las mujeres y los latinos.
Y para agregarle más dinamita a su momentum, el político logró la hazaña de teñir en rojo el condado de Miami-Dade, el más poblado de Florida, y en el que hacía 20 años que un republicano no dominaba una elección.
DeSantis ha aprovechado su apabullante victoria para autodeclararse un defensor de la libertad y proyectar su imagen como un político de convicciones fuertes.
“Florida fue un refugio de cordura cuando el mundo se volvió loco. Fuimos la ciudadela de la libertad para las personas de este país y, de hecho, de todo el mundo”, sostuvo durante en un discurso frente a sus correligionarios mientras celebraba su victoria este martes.
“Enfrentamos ataques, recibimos golpes. Superamos las tormentas, pero nos mantuvimos firmes. No retrocedimos. Tuvimos la convicción de guiarnos y tuvimos el coraje de liderar”, agregó.
Ahora son muchos los analistas y compañeros de partido que lo identifican como un potencial candidato a la presidencia de EE.UU. Con el resultado de este martes esa idea se refuerza, tanto así que el propio expresidente Trump, quien coquetea con regresar al ruedo político, ha decidido lanzarle una advertencia.
“Creo que estaría cometiendo un error. Creo que a la base de votantes no le gustaría”, sostuvo el exmandatario en una entrevista con Fox News el mismo día de la elección, antes de conocerse el esperado triunfo de DeSantis.
En su particular forma de expresarse, Trump, quien prometió que el próximo 15 de noviembre anunciará una importante decisión en su casa de Mar-A-Lago, también ubicada en Florida, dijo que podría divulgar información dañina sobre el mandatario de Florida de 44 años.
“No sé si se presentará como candidato. Creo que si se presenta, podría lastimarse mucho. Realmente creo que podría lastimarse mucho”, comentó Trump a Fox. “No creo que sea bueno para el partido”.
Trump, quien ofreció un discurso al cierre de la elección este martes, elogió a políticos republicanos de Florida como Marco Rubio, pero no mencionó la victoria significativa de DeSantis.
¿Pero en qué cree Ron DeSantis? ¿Por qué Donald Trump ha decidido atacarlo? ¿De dónde viene este político del que probablemente estaremos hablando en los próximos años?
De Yale a la oficina del gobernador
A sus 44 años, DeSantis es considerado aún una cara relativamente nueva en la política de EE.UU.
Fue elegido por primera vez para la Cámara de Representantes en 2012. Solo seis años después, en 2018, luego de una breve candidatura para convertirse en senador, se convirtió en gobernador.
Nacido en Jacksonville, Florida, en 1978, estudió historia en la Universidad de Yale, donde fue capitán del equipo de béisbol, y poco después ingresó a la Facultad de Derecho de Harvard.
Durante su segundo año en la escuela de Derecho, fue asignado al brazo legal de la Marina de los EE.UU. En dicha posición trabajó con los detenidos en la cárcel de Guantánamo y también fue asesor legal de los Navy Seals de élite estadounidenses desplegados en Irak
Aunque culminó su servicio militar en 2010, el esposo de Casey, una reportera de noticias local, continúa sirviendo en la reserva de la Marina estadounidense.
En 2018, después de cinco años en el Capitolio, donde ayudó a fundar el “Freedom Caucus” de conservadores de extrema derecha, DeSantis anunció su intención de postularse para gobernador con el respaldo total del entonces presidente Donald Trump.
Prestó juramento como gobernador en enero de 2019.
DeSantis y la pandemia
El primer gran desafío de DeSantis como gobernador llegó en 2020, en medio de la pandemia de covid-19. Para abril, ordenó un cierre en todo el estado, estableció cientos de centros de prueba y ordenó millones de mascarillas, que dijo públicamente que “podrían evitar infecciones para los más vulnerables”.
Sin embargo, en abril de 2020, DeSantis comenzó a levantar las restricciones del estado y en julio, a pesar del aumento vertiginoso de los casos del virus y críticas mordaces, ordenó que se reabrieran las escuelas.
“La pandemia del covid es realmente donde se hizo un nombre, al ser alguien que desafiaba el conocimiento nacional en ese momento”, dijo a la BBC Sarah Longwell, estratega republicana.
Las cosas que ha hecho desde entonces lo han impulsado a una posición como una de las figuras republicanas más reconocibles del país. En marzo de 2022, por ejemplo, firmó un proyecto de ley que los activistas denominaron como el “No digas gay”, que prohíbe las discusiones sobre orientación sexual o identidad de género en las escuelas primarias.
Después de que la Corte Suprema de los Estados Unidos eliminó el derecho constitucional al aborto, DeSantis declaró que “las oraciones de millones” habían sido respondidas.
Desde entonces ha hablado menos sobre el tema. Algunos han especulado que es un cálculo político destinado a equilibrar la presión de los elementos conservadores del Partido Republicano con las opiniones de los votantes de Florida, la mayoría de los cuales están a favor del derecho a decidir.
Recientemente, sus críticos lo acusan de utilizar como un truco político a los migrantes, cuando organizó el traslado de un grupo de solicitantes de asilo, en su mayoría venezolanos, desde Texas a Martha’s Vineyard, un enclave liberal de vacaciones en Massachusetts.
“Eso [el caso de los inmigrantes] fue nuevamente él mismo insertándose de manera muy proactiva en una guerra cultural”, opinó el exportavoz del Comité Nacional Republicano Doug Heye. “Está dispuesto a desempeñar el papel de guerrero cultural en jefe”, añadió.
Longwell agregó, por su parte, que las batallas de DeSantis con los medios en torno a sus políticas más controvertidas pueden ser, en última instancia, lo que lo está impulsando al estrellato político.
“Los medios lo encuentran espantoso, y a él le encanta eso. Esa es otra cosa que aprendió de Trump. Si te indignas con los medios, hablan mucho de ti, y eso ayuda a que se identifique tu nombre y te ayuda con los fans y los más leales”.
¿Por qué lo consideran el heredero de Trump?
Hasta el momento, DeSantis no ha mostrado intención de postularse para presidente en 2024 y ha dicho que solo se enfoca en administrar Florida.
Aun así, algunas encuestas muestran que DeSantis ahora está por delante de Trump, al menos en Florida, sobre un posible enfrentamiento en 2024, y en una reñida carrera con él a nivel nacional.
Justo antes de las elecciones de este martes, la rivalidad entre ambos salió a la luz cuando Trump desairó a DeSantis al no invitarlo a un mítin en Florida a favor del senador Marco Rubio.
En otro evento en Pensilvania, Trump se refirió a él como “Ron De-Sanctimonious”, lo que provocó reproches de su partido.
Sin embargo, un día después, el expresidente reconoció que era probable que DeSantis ganara, incluso si no lo respaldaba explícitamente.
Longwell, que realiza grupos focales con votantes de Trump, dijo que DeSantis es “de lejos el nombre número uno que surge” cuando se les pregunta a los participantes a quién les gustaría ver postularse si Trump no compite por la Casa Blanca.
Si bien ella cree que él se está “posicionando” para ser un contendiente de Trump, “no está claro” que pudiera ganar la candidatura.
“No estoy segura de sí DeSantis tiene la capacidad para enfrentarse a Trump cara a cara”, dijo. “Hay mucha gente hablando de él como el futuro del Partido Republicano. Pero es demasiado pronto para predecir eso, nunca lo hemos visto operar en un escenario nacional”.