Europa Press
Las autoridades de Rusia han bombardeado este miércoles varias instalaciones médicas de la ciudad de Mariúpol, que se encuentra en el sureste de Ucrania y cuya conquista es clave para las aspiraciones de Rusia de unir la península de Crimea con los territorios rebeldes del Donbás.
Pavlo Kirilenko, de la administración militar regional de Donetsk, ha indicado que un hospital de maternidad, un centro médico, así como otras instalaciones sanitarias, han sido atacadas por las tropas rusas en la zona, según ha indicado en un comunicado difundido a través de Facebook.
“Rusos, no solo habéis cruzado la línea de lo que es aceptable en las relaciones entre Estados y pueblos sino que habéis cruzado la línea de la humanidad”, ha aseverado Kirilenko, quien además ha celebrado que, por el momento, no se hayan lamentado fallecidos, si bien la cifra de heridos se sitúa ya en 17 personas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha condenado los ataques aéreos y ha calificado la situación de “atrocidad”. “Hay gente, niños, bajo los escombros. ¿Cuánto tiempo más seguirá el mundo siendo cómplice e ignorando el terror? ¡Declarad ahora mismo la zona de exclusión aérea! ¡Detened la matanza! Tenéis el poder pero parece que estáis perdiendo humanidad”, ha manifestado en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, ha instado a la comunidad internacional a intervenir ante el asedio a la ciudad, donde unas 400.000 personas son rehenes de las tropas rusas.
En un mensaje difundido en su cuenta de Twitter, ha pedido a Occidente que haga uso de la fuerza para “detener esta guerra bárbara contra civiles y bebés” y ha insistido en que Rusia “bloquea la ayuda humanitaria y la evacuación” de civiles en la ciudad, donde “los bombardeos indiscriminados continúan”. “Cerca de 3.000 bebés necesitan alimentos y medicinas. Pido al mundo que actúe”, ha añadido.
Asimismo, el teniente de alcalde de Mariupol, Serhiy Orlov, ha trasladado a la cadena británica BBC su perplejidad ante el bombardeo ruso de instalaciones médicas. “No entendemos cómo es posible en la vida moderna bombardear un hospital infantil”, ha dicho.
Respuesta internacional
El ataque a las instalaciones médicas de Mariupol ha despertado la indignación de varios dirigentes internacionales, entre los que se incluye el primer ministro británico, Boris Johnson, quien considera que “hay pocas cosas más depravadas que atacar a los vulnerables e indefensos”.
En un mensaje en sus redes sociales, Johnson ha remarcado que su Gobierno está evaluando la posibilidad de prestar más apoyo a Ucrania para que se pueda defender de ataques aéreos y ha asegurado que Reino Unido hará que el presidente ruso, Vladimir Putin, “rinda cuentas por sus terribles crímenes”.
En la misma línea, la ministra de Exteriores británica, Elizabeth Truss, ha definido el ataque como “absolutamente abominable” y se ha adherido a las palabras de su primer ministro sobre un posible refuerzo de la capacidad antiaérea de Ucrania.
Estados Unidos se suma a la condena de lo que ha calificado como un ataque “atroz y bárbaro” contra inocentes en un hospital infantil de Ucrania.
La subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, ha mostrado su indignación en Twitter ante el ataque y ha dicho que está “horrorizada, indignada y con el corazón roto por los informes creíbles de que un ataque aéreo ruso destruyó un hospital de maternidad y de niños en Mariupol”.
De igual modo, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha lamentado los recientes incidentes en Mariúpol y ha reiterado su llamado al “cese inmediato de los ataques contra instalaciones médicas”.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido el cese inmediato de los ataques contra instalaciones médicas, hospitales, trabajadores de la salud y ambulancias. Ninguno de estos debería ser un objetivo”, ha señalado Dujarric, según recoge la cadena CNN.
Unicef teme “lo peor”
De igual modo, el El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado que en el ataque ha dejado sepultados bajo escombros a “niños y mujeres en parto”, lo que hace que el organismo se tema “lo peor”.
“Horrorizados por el ataque al hospital materno infantil de Mariúpol (…) Todavía no sabemos el número de víctimas, pero nos tememos lo peor. Paz ahora”, ha trasladado el organismo en sus redes sociales en una publicación acompañada de una imagen en la que se lee ‘Los hospitales no son un objetivo’.
Asimismo, UNICEF ha indicado que, de confirmarse estas informaciones, pondría aún más de manifiesto “el horrible número de vícitimas que esta guerra está causando en los niños y familias de Ucrania”. En menos de dos semanas ya han perdido la vida 37 menores y otros 50 han resultado heridos mientras hay “más de un millón” que ya han huido del país.
“Los ataques contra la población civil y las infraestructuras civiles -incluidos los hospitales, los sistemas de agua y saneamiento y las escuelas- son inconcebibles y deben cesar inmediatamente”, han insistido.
Finalmente, UNICEF ha reiterado su llamado a un alto el fuego inmediato y ha instado a las partes a “respetar sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional humanitario” para proteger a los menores. “Los niños necesitan desesperadamente la paz ahora”, ha zanjado el organismo de Naciones Unidas.