En el pasado, cuando los dominicanos escuchábamos que la empresa encuestadora Gallup iba a salir, esta noticia concitaba la atención de todo el pueblo dominicano, debido a que, para entonces, se le consideraba la encuestadora con mayor prestigio internacional en el país, la cual no se prestaba a manipulaciones y alteraciones en la data que esta colectaba en sus trabajos de campo, pero, lamentablemente, en muchas ocasiones la ficción supera a la realidad, y al parecer este episodio que esta viviendo dicha empresa en nuestro suelo, al igual que en otros, le pudiera servir esa sentencia.
En años recientes, cuando la encuestadora GALLUP daba a conocer sus números, por lo general presentaba los mismos en un medio de comunicación, “y, a Dios que reparta suerte”, fueron las palabras del Sr. Rafael Acevedo, en su comparecencia en el programa radial, Sol de la Tarde, que lo produce RCC Media, suponemos que, en parte, dicha comparecencia en dicho medio se debió a la noticia del 5 de abril, donde ambas empresas hicieron un acuerdo para “dar a conocer los resultados de los estudios científicos que miden la situación de los grandes temas nacionales, sobre todo los aspectos vinculados con las elecciones presidenciales, preferencias partidarias y otras áreas afines.”, a través de dicha empresa. Lo curioso de todo es que, dichos datos fueron presentados, en persona, por el mismo presidente de Gallup Dominicana, Rafael Acevedo, y cabe destacar que, su desempeño en dicha presentación estuvo plagada de desaciertos; un nerviosismo que era evidente y no se le veía un empoderamiento de los datos que daba, de tal manera que este fuese capaz de defender los mismos hasta con su propia vida, de ser necesario.En cambio, lucia una persona muy nerviosa y poco asertiva al dar los mismos.
Asistimos, en el día de ayer, a un evento muy desacreditado, poco confiable, el cual días antes en las redes sociales, había sido objeto de innumerables memes, hiriendo de muerte uno de nuestros instrumentos más útiles en nuestro sistema democrático y de partidos políticos, lo cual lo constituyen las encuestas de valoración y de opinión.
Es por ello nuestra preocupación, debido a que una vez màs, vemos como empieza a menguar un instrumento usado por nuestra democracia, la cual necesita de sus mejores actores, hombres y mujeres que la defiendan y cuiden de ella.
Cuando los pueblos empiezan a dejar de creer, de valorar, en sus sistemas de medición y valoración, entonces pudiera venir el caos.
Consideramos que, aùn estamos a tiempo para realizar mediciones transparentes y que cuenten con la aceptación de la gran mayoría del pueblo dominicano, ya que esto es lo que le trae paz y sosiego a nuestra sociedad.
En la medida en que uno de los instrumentos por excelencia para medir las probables futuras autoridades que nos dirigirán son desacreditadas, en esa misma medida se desacredita nuestra democracia y se pone en peligro la misma.
Queremos volver a ver dicha encuesta publicada en un medio de circulación nacional, sin la necesidad de que su presidente tenga que ir a mal leer la misma, con una voz cortada, sin el valor de mirar de frente a las cámaras y, no poder siquiera colocarse debidamente ante el micrófono.
!Salvemos a la Gallup!