Por CRDM
República Dominicana se encuentra en las dos terceras partes de la mitad de la isla La Hispaniola, integrada por ciudadanos con una visión hacia la sociedad y el mundo única. Por lo general, el dominicano tiende a ser alegre, servicial y sobre todo creyente.
Somos pocos rencorosos, y diríamos que, a eso se debe que nuestra memoria histórica de corto y largo plazo no es muy buena.
Nos parecemos a los niños que juegan y se pelean, porque no se le incluyó en el juego de pelota, aunque, nunca falta uno que si no lo ponen a jugar, se la lleva, y ahí mismo se acabó el juego. Ese tipo de ciudadanos son los menos, pero los hay.
En sentido general, somos personas buenas, y es por eso que entendemos que todo gobernante debería saber eso, y tratar siempre de tener control sobre aquellos que no lo son. De aquellos que si las cosas no se hacen como ellos entienden, se llevan la pelota.
El Dr. Joaquín Balaguer, el Profesor Juan Bosch, el Dr. Leonel Fernández, incluso, el Dr. José Francisco Peña Gómez, que no fue presidente, y el Lic. Jacobo Majluta, todos tuvieron una amplia visión para reconocer a esos que tienden a llevarse la pelota.
Los políticos anteriormente citados, fueron inteligentes, claro, no todos fueron audaces. A esa condición pertenecen unos pocos que dejo a la imaginación y preferencia del lector.
El presidente Luis Abinader Corona, participó en un acto sin precedentes en la historia dominicana al convertirse en el primer presidente de la historia en asistir al acto conmemorativo del Día Internacional de los Trabajadores, en el Consejo Nacional de Unidad Sindical, para escuchar los requerimientos de los trabajadores representados en estas centrales sindicales. Esa acción muestra que es un presidente que está dispuesto escuchar, conversar con la sociedad para llegar a entendimientos y acuerdos.
En dicho encuentro dijo que “Los trabajadores dominicanos y dominicanas son un pilar esencial para el futuro de este país”, donde también hizo mención de que ninguna institución que no tenga recursos para liquidar a sus empleados, debería cancelarlos.
Esto Sr. Presidente, se pudiera escuchar como que usted es un aliado del sector trabajador del Estado dominicano, como que a usted le duele y siente misericordia por los desahuciados, y en verdad sentimos empatía por ese tipo de pensar y de sentimiento. Pero de lo que aquí se trata no es si a usted le preocupa o no el futuro de cientos de miles de dominicanos que regresan a sus casas sin nada en las manos. De lo que estamos hablando es de romper la barrera de lo inteligente y convertirse en un presidente AUDAZ, condición de inteligencia que pocos han exhibido.
Esos que están regresando a sus casas sin nada, tienen mucho que aportar al Estado dominicano. El único que se beneficia es su gobierno, si los mantiene, que contario a un personal capacitado, con experiencia y con hielo en las venas a la hora de tomar grandes decisiones que afecten los intereses, tanto, públicos como privados, estamos privilegiando un personal, sin experiencia, sin la formación requerida, dejando de lado la transferencia de conocimientos, lo cual hace más lenta la curva de aprendizajes, y por tanto, eso puede dejar sin aportar al cambio que usted promueve.
Como puede ver Sr. Presidente Abinader, no es un favor que usted le haría a esos empleados. Entendemos que seria todo lo contrario.
Hablamos de gobernar, para y con todos los dominicanos. No por un acto de caridad, si no, un acto de audacia.
Author: Redacción
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