En un momento crucial del desarrollo histórico de la humanidad es necesario reconocer todas las experiencias disponibles, para buscar que toda la inversión a realizarse para el tan esperado desarrollo de Pedernales no sea “más de lo mismo”.
En 1988 tuve la oportunidad de participar en el curso Evaluación de Impacto Ambiental (EIAs), impartido por ONAPLAN, el CONACIT, el CIDIAT y la OEA, con profesores internacionales, mayormente venezolanos del CIDIAT.
Durante el mismo se realizaron ejercicios prácticos sobre proyectos reales de desarrollo en implementación. En el grupo en que me tocó participar se hicieron evaluaciones sobre los impactos potenciales y reales del desarrollo turístico en tierras del Ingenio Montellano, en Puerto Plata. Esto incluyó evaluaciones de impacto ambiental y social, y en entrevistas con profesoras de escuelas locales nos señalaban, desde su óptica, los impactos positivos y negativos que estaba produciendo el desarrollo turístico en Puerto Plata. Entre ellos, la deserción escolar, con jóvenes abandonando la escuela para integrarse a la fuerza laboral obrera de la construcción.
Aun así, y en reconocimiento de este y otros impactos, parte de la comunidad apoyaba estas acciones.
Modelo de desarrollo
El desarrollo turístico nacional, con sus virtudes y debilidades, se ha reconocido como “el modelo de desarrollo”, y la gran ciudadanía, no experta en asuntos económicos, sociales ni ambientales, y frente a niveles altos de pobreza y necesidades humanas, puede ver con agrado que se “replique” el modelo, con la esperanza muy genuina, de una mejor calidad de vida.
Algunos años después, en el 2005, la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD, entonces dirigida por el economista Miguel Ceara Hatton, produjo el Informe Nacional de Desarrollo. Este incluye en su Capítulo III: ”El turismo: si no se modifica, se agota”, un exhaustivo análisis del impacto del desarrollo turístico en la República Dominicana.
En pocas palabras, concluye que el modelo de desarrollo turístico que ha tenido el país no ha contribuido todo lo que hubiera sido posible y deseable al Desarrollo Humano.
En el 2006, el Informe de Desarrollo Humano toma como tema central el de la situación global del recurso agua: Más allá de la escasez, poder, pobreza, y la crisis mundial del agua. La presentación nacional de este informe se realizó bajo la coordinación de la Oficina de Desarrollo Humano en la Universidad Católica de Santo Domingo.
Principales riesgos
Del 2005 y el 2006 para acá, han ocurrido muchas cosas, sobre todo en lo relativo a la crisis ambiental global, producto de la sumatoria de los impactos del cambio climático y la crisis de la diversidad biológica.
El Reporte de Riesgos Globales 2021, del Foro Económico Mundial, presenta como los cinco principales riesgos los temas directamente relacionados con la crisis climática y de biodiversidad y el surgimiento de nuevas pandemias. La base del surgimiento de enfermedades emergentes y reemergentes esta en los impactos y consecuencias de estas crisis ambientales. También es conocido que los impactos en los estados insulares, como el nuestro, son mayores que en los estados continentales.
Como parte de los compromisos formales del país ante los acuerdos multilaterales ambientales, se han producido los Informes Nacionales sobre el Cambio Climático, los cuales nos predicen, en base a los modelos en uso, que la tendencia para el país es hacia el incremento de la temperatura y a la disminución del balance hídrico.
Los mapas del Índice de Calidad de Vida (ICV) y mapas de pobreza publicados por el MEPyD muestran claramente los niveles de pobreza de la provincia y los municipios de Pedernales.
Así mismo, el Atlas de Biodiversidad publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2012) deja ver el alto porcentaje del territorio establecido como áreas protegidas dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de su superficie, la alta riqueza en biodiversidad, y los limitados recursos hídricos que posee. Las áreas protegidas, junto a las evaluaciones de impacto ambiental, constituyen hoy día los dos instrumentos primordiales para ofrecer las mejores opciones de sostenibilidad ambiental y social a nuevos proyectos de desarrollo. Es muy importante que de la manera más adecuada, no se salten procesos legalmente indispensables ante en desarrollo de nuevos proyectos.
Que no sea “más de lo mismo”
En un momento crucial del desarrollo histórico de la humanidad, donde se enfrentan grandes retos globales que repercuten de manera muy directa a nivel nacional, es necesario reconocer todas las experiencias disponibles, para buscar que toda la inversión a realizarse para el tan esperado desarrollo de Pedernales no sea “más de lo mismo”.
Ante todo esto, es una responsabilidad histórica de las altas instancias de la administración pública, aprovechar la oportunidad para iniciar una iniciativa que sea económica, social y ambientalmente sostenible. Un “nuevo modelo de desarrollo” que pueda potencialmente replicarse en otros lugares del país, y ¿Por qué no? en otros países de la región.
Sí, queremos el desarrollo de Pedernales, queremos un desarrollo inclusivo, que como dice el nuevo informe de Desarrollo Humano, que sea incluyente, que nadie se quede fuera.
PERFIL. Sixto Joaquín Incháustegui es biólogo, profesor universitario, investigador, consultor ambiental y especialista en herpetología (estudio de los reptiles y anfibios). Miembro fundador e investigador del Museo Nacional de Historia Natural, así como cofundador del Grupo Jaragua y del Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (CEBSE).